Por encima de las alegres cifras de las autoridades acerca de la recuperación de la economía en la localidad, después de sufrir varios años el fenómeno más popular en Tamaulipas, construcciones comerciales localizadas en céntricos sectores, demuestran que todavía persisten secuelas nocivas de tiempos recientes.
Cerca de 50 negocios localizados en sectores de la zona centro, dan fiel testimonio de la salida apresurada de comerciantes que no tuvieron más alternativa que mudarse a otra ciudad o cambiar de país, ante la situación que se vivió de manera más complicada entre los años 2010 y 2016.
Calles del primer cuadro de la ciudad muestran imágenes de desolación, que reflejan las construcciones abandonadas y destruidas por delincuentes comunes para aprovechar cableado eléctrico, de plomería, puertas y ventanas, entre otras.
Lo anterior se puede apreciar al transitar por las calles del centro histórico de la ciudad para llegar hasta la plaza principal, donde se miran comercios cerrados, igual que casas habitación, cuyos habitantes prefirieron dejar abandonadas, ante la difícil situación que se vivió por larga temporada en San Fernando.
Actualmente, la situación ha mejorado de manera considerable, aunque con detalles constantes de la misma naturaleza, sin embargo la mayor parte de los dueños de los locales comerciales que fueron cerrados se resisten a regresar y reabrirlos, luego que en muchos casos fueron víctimas de extorsiones o les tocó en carne propia sufrir la pérdida de un ser querido.
Ante este panorama se impone la necesidad de un plan de rescate de la imagen urbana de San Fernando, que permita que propios y extraños recuperen la confianza y sean capaces de invertir en comercios que sirvan para reemplazar los que fueron cerrados hace años y que con locales abandonados y desvalijados dan muy mal espectáculo de una ciudad que todos los días, lucha por remontar los desafíos propios de los tiempos.