A TAMBOR BATIENTE
Dicen sabios de la política que “contra la nómina no se puede”, en alusión a la disciplina que causa recibir pagos sistemáticos del gobierno, pero de igual manera, estamos viendo que contra la corrupción no se puede.
JOSÉ LÓPEZ PORTILLO Y PACHECO tenía como lema de su campaña presidencial en 1976 la frase “la solución somos todos”, pero la fina ironía del pueblo mexicano le dio un ligero viraje para convertirla en “la corrupción somos todos”, para que vean ustedes desde cuando viene el asunto de falta de honestidad de los mandatarios aztecas.
Ya pasaron cuando menos media docena de presidentes, pero algo que no ha cambiado es la corrupción, por más que la pinten de colores diferentes, en cada gobierno han surgido nuevos ricos, o magnates que se van vuelto más acaudalados.
Y en estos momentos en que el gobierno de la 4T libra una batalla a muerte -???- contra la corrupción, todos los días nos enteramos de hechos que involucran a funcionarios federales en situaciones que están por completo divorciadas de la honestidad.
Hacer un recuento de lo sucedido en este nuevo gobierno sería demasiado tedioso y caldo de cultivo para una nueva confrontación de opiniones, pero le quiero señalar dos “pequeños” temas, que ya se han ventilado, aunque con baja difusión.
Uno de estos temas es “el recorte” que sufren beneficiarios de las becas “Benito Juárez” para alumnos de bachillerato; tan solo en el CETis 129 de San Fernando, está detectado que en cada bimestre las listas son rasuradas con diferentes pretextos, pero donde siempre le echan la culpa “al sistema”.
Luego, en el siguiente bimestre, por arte de magia, aparecen en el sistema, los que no recibieron la vez anterior y no vienen los que sí tuvieron esas becas en sus manos; lo que significan que de entrega a entrega, hay un mundo de dinero que misteriosamente y por “fallas del sistema”, no aparece.
Pero en vez entregarlo por partida doble en la siguiente dotación donde ya vienen los nombres de los alumnos afectados en el bimestre anterior, aplican “el borrón y cuenta nueva”… ¿y el dinero que estaba presupuestado para ese bimestre?… ¿quién se queda con el?.
Creo que no es AMLO, pero si mañosos funcionarios menores que camuflageados entre el ejército de servidores públicos federales, que se dan sus mañas para quedarse con el dinero de los alumnos, cada dos meses… ¿de qué sirven los propósitos de renovación moral que pregona el Presidente de México, cuando el enemigo lo tiene en casa?.
¿Y el programa Jóvenes Construyendo el Futuro, que no pasó la primera evaluación, porque se descubrió que hay miles de nombres inexistentes de becarios y de empleadores?.
Eso es lo poquito; imagínese usted en los temas de cientos y miles de millones de pesos por ejemplo la entrega de fertilizantes y semillas en el sur del país, o el programa ganadero “Crédito a la Palabra”.
Y todos esos desvíos los cometen funcionarios del gobierno federal, de tal suerte que al padre de la 4T, le quedan poco más de cuatro años de esta guerra contra la corrupción oficial, que al paso que lleva tendrá un destino peor que la lucha contra la otra delincuencia organizada, aunque eso sí hay que reconocerlo, le quedará la satisfacción de haberlo al menos intentado… y eso ya es mucho mérito.