A partir del ingreso de la primavera, las temperaturas han aumentado de manera exponencial, lo que además forzar el trabajo de sistemas de refrigeración, obliga al uso de ventiladores y aires acondicionados, para que las personas puedan mantenerse en condiciones más cómodas.
Pero hay que tener cuidado porque el uso exagerado de aires acondicionados suele terminar de manera inevitable en consumos muy altos del recibo que llega a hogares y negocios por parte de la Comisión Federal de Electricidad –CFE-.
Lo anterior con la consecuente angustia de los usuarios para cubrir el costo de un consumo que aunque subsidiado en la época de verano, resulta caro y difícil de pagar por el aumento en el gasto del fluido que muchas familias se miran dificultades a la hora de liquidar.
Al respecto, técnicos locales en sistemas de climas artificiales recomiendan hacer un uso racional de los aparatos de aire acondicionado, entre las que destacan, usarlos en las horas de temperaturas más altas, cuidando que los sitios se encuentren bien cerrados, para facilitar el enfriamiento de los espacios.
Destacan la importancia de programarlos a una temperatura de 24 grados centígrados para dar oportunidad que los compresores “corten” o descansen y que de esta manera no se registre un consumo excesivo de electricidad, que en un momento dado, a la hora de pagar el recibo respectivo, se pueda convertir en un dolor de cabeza.
Pronósticos del tiempo indican que los termómetros podrían subir hasta los 45 grados en los primeros días de mayo y se espera que los fuertes calores se incrementen generando la necesidad de mantener encendidos abanicos y aires artificiales en los hogares.
El uso de climas artificiales de ninguna manera se puede considerar un lujo, menos en los hogares donde hay bebés, menores de edad, personas de la tercera edad o con enfermedades terminales, que requieren de ambientes controlados, sin embargo no se puede pasar por alto que se trata de un servicio que requiere ser usado con la mayor moderación para evitar complicaciones.