Ante la ausencia de fumigaciones puntuales que vengan a mitigar el zancudero que prolifera en colonias de la ciudad, campos pesqueros y áreas rurales, las familias no han tenido de otra que desembolsar en repelentes que tal parece ya no ahuyentan a los mosquitos, por lo que urgen acciones de las autoridades antes de que la estadística del dengue pueda salirse de control aquí y llegar los primeros casos del hemorrágico que puede ser mortal.
Estar afuera de los hogares en horario nocturno o muy temprano por la mañana es prácticamente imposible, lo que provocó se viviera un “infierno” días atrás con la ausencia de energía eléctrica en la mayor parte del municipio, obligando a la gente a quedarse a dormir afuera de los hogares para resistir altas temperaturas pero con fuerte agresión de los zancudos.
En esta temporada de acuerdo con números oficiales, el dengue a infectado a cientos en todo Tamaulipas y San Fernando forma parte de la estadística, situación que podría empeorar con la ausencia de fumigaciones y retiro de cacharros, sin embargo también es importante que la sociedad sobre todo evitando encharcamientos de agua en llantas viejas y otros depósitos inservibles que sirven para la reproducción del zancudo.
Hay que recordar que el dengue es una enfermedad causada por un virus que se propaga por medio de mosquitos. El dengue en su forma leve causa fiebre y una erupción cutánea, y dura aproximadamente una semana. El dengue grave puede provocar shock, sangrando interno, y la muerte.
Aproximadamente 1 de 20 personas con dengue desarrollará dengue grave en unas cuantas horas después de que inicien los síntomas. El principal factor de riesgo para el dengue grave es una infección anterior con dengue.
La fiebre del dengue se inicia con una fiebre alta y repentina, a menudo de hasta 105°F (40.5°C), de 4 a 7 días después de la infección.
De 2 a 5 días después de que la fiebre comienza, puede aparecer una erupción plana y roja sobre la mayor parte del cuerpo. Más adelante en el desarrollo de la enfermedad, se presenta una segunda erupción parecida al sarampión. Las personas infectadas pueden experimentar una mayor sensibilidad en la piel y sentir mucha molestia.
Otros síntomas incluyen: fatiga, dolor de cabeza (especialmente detrás de los ojos), dolores articulares (a menudo intensos), dolores musculares (a menudo intensos), náusea y vómitos, inflamación de los ganglios linfáticos, tos, dolor de garganta y congestión nasal.
Los síntomas del dengue grave se pueden presentar de 24 a 48 horas después de que la fiebre haya desaparecido. Los síntomas graves incluyen: dolor de estómago intenso y sensibilidad, vómitos frecuentes (por lo menos 3 veces en 24 horas), sangrado de la nariz o las encías, vómito con sangre o sangre en las heces o la orina, sangrado debajo de la piel (se ve como moretones), dificultad respiratoria, respiración rápida, sentirse cansado, inquieto o irritable.
Si usted o alguien que conoce tiene síntomas de dengue grave, acuda de inmediato al área de urgencias del hospital general.
Los exámenes que se pueden hacer para diagnosticar esta afección incluyen: título de anticuerpos para los tipos del virus del dengue, conteo sanguíneo completo (CSC), examen de reacción en cadena de la polimerasa (RCP) para los tipos del virus del dengue y pruebas de la función hepática.
No existe un tratamiento específico para la fiebre del dengue. Se suministran líquidos si hay signos de deshidratación. El paracetamol (Tylenol) se utiliza para tratar la fiebre alta.
Evite tomar ácido acetilsalicílico (aspirin), ibuprofeno (Advil, Motrin) y naproxeno (Aleve). Estos pueden incrementar los problemas de sangrado.
El dengue grave es una emergencia médica. Se debe tratar inmediatamente en un hospital. El tratamiento para el dengue grave es de apoyo y puede incluir: líquidos administrados a través de una vena (IV), oxígeno, control de la presión sanguínea y trasfusiones de sangre.
Por lo general, los casos leves de dengue duran una semana o más. Aunque es incómoda, la fiebre del dengue leve no es mortal. Las personas con esta afección deberían recuperarse por completo.
Si no se trata, la fiebre del dengue puede causar las siguientes afecciones: convulsiones febriles, deshidratación severa, incluso la muerte.