En reciente sesión del Congreso de Tamaulipas fue aprobado que se puedan ejecutar mandatos judiciales en el interior del recinto legislativo, lo que siempre estuvo prohibido y que ha permitido que diputados locales en problemas con la justicia, no puedan ser detenidos.
Pero esto llegó a su fin; en lo sucesivo, los diputados locales de Tamaulipas podrán ser objeto de sanciones y detenciones en el interior del Congreso del Estado, por una determinación que ellos mismos recién acaban de tomar y que ha merecido el visto bueno de la sociedad.
Al momento, estamos hablando de los diputados locales electos, que hubieran cometido delitos y se encuentren bajo proceso antes de rendir protesta, es decir antes del 30 de septiembre, quienes por su parte no cuentan con fuero constitucional.
La impunidad siempre ha sido ofensa para el pueblo, de ahí que cobijarse con un fuero producto de un triunfo en las urnas, es algo que se contrapone con los principios básicos de igualdad, en una nación que presume de ser democrática.
Y es que, abusando del fuero, algunos y algunas cometen abusos que ponen en tela de juicio el espíritu de la justicia, habida cuenta que los diputados son servidores públicos, es decir empleados del pueblo que de ninguna manera deben gozar de privilegios mayores que el resto de los ciudadanos.
Por cierto, esto me recuerda que el diputado local electo ISMAEL GARCÍA CABEZA DE VACA tiene un proceso penal abierto por el presunto delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y otros, con una orden de aprehensión que aparentemente ya fue expedida y podría dar lugar a la primera detención, tras ser aprobada esta reforma por el Congreso Local en Tamaulipas.
Pero al margen de este tema en lo particular, para los tamaulipecos resulta grato saber que la impunidad se va esfumando dentro del quehacer público, para dar paso a medidas que sirvan para abatir un blindaje que han utilizado servidores públicos para evadir la ley y seguir comportándose de manera incorrecta y abusiva.