Las redes sociales se han convertido en el principal centro de atracción de los niños y las juventudes, disparándose en automático la mala cultura del sedentarismo, prueba de ello es que la mayor parte de esa población se encuentra refugiada en su mundo virtual.
Especialistas en materia de salud mental y combate a la obesidad, lamentan que sean los propios padres de familia los que solapen estas prácticas con tal de no batallar o dedicarles tiempo a sus hijos, incluso los mismos mayores también concentran gran parte de su espacio libre, para navegar por Facebook, Instagram y otras aplicaciones.
A parte de la obesidad infantil que en próximos años seguramente aumentará de forma alarmante, las enfermedades crónico-degenerativas cada vez se presentan en etapas más tempranas, una de las más peligrosas y más comunes de la actualidad es la diabetes, padecimiento que afecta a un grueso número de menores.
Entre las recomendaciones que se lanzan para no caer en vicios nocivos, están: que los padres prediquen con el ejemplo y dejen a un lado su teléfono celular para jugar con sus niños, poner reglas y tiempos para el uso de los aparatos, llevar a los menores a distintos lugares recreativos al menos media hora al día, y poner a sus hijos labores domésticas para que ayuden en las tareas del hogar, pero además se distraigan en actividades más sanas y productivas.