A pesar que una parte de las unidades del transporte público urbano se movilizan con el uso de gas como carburante, lo que ya en si representa un peligro para los pasajeros, se ha vuelto una costumbre que algunos choferes de esas unidades no respeten los señalamientos de alto, ni las luces de los semáforos.
Así fue denunciado a este medio por automovilistas locales que miran con desagrado la falta de precaución de los choferes de las peseras, que no consideran como obligación resguardar la seguridad de los usuarios del transporte público.
Lo anterior se manifiesta en la costumbre de no respetar la luz roja de los semáforos instalados en distintos puntos de la ciudad, donde se puede ver como los choferes de estas unidades realizan el llamado “paso de la muerte” que consiste en voltear la vista en varias direcciones para pasar las calle, sin tomar en cuenta el color de la luz del dispositivo electrónico.
Lo más peligroso es que la mayoría de las peseras funcionan con equipos de gas, que no se somete a las revisiones sistemáticas que permitan detectar riesgos para la población que se mueve a través de ese medio de transporte.
La actitud de algunos choferes de peseras puede desembocar en una tragedia colectiva, luego que de registrarse un choque por no respetar los altos, convertiría a los depósitos de gas en bombas de tiempo, por lo que es urgente que Protección Civil active los protocolos implementados en este tipo de casos, ya que de ocurrir una desgracia, habría carga de responsabilidades por la omisión de las verificaciones.