San Fernando es uno de los municipios afectados a nivel nacional por la inseguridad de las últimas décadas, donde además se han recrudecido las extorsiones telefónicas, por parte de individuos que han convertido este hecho delictuoso en una generosa fuente de ingresos.
Esto es del dominio público, luego que las llamadas telefónicas no cesan de manera intimidante, amenazando a las personas receptoras con hacerles daño a miembros de sus familias en caso de no aceptar entregarles diferentes cantidades que piden sin compasión.
La angustia que provocan vulnera la estabilidad emocional de quienes reciben esta clase de llamadas, donde personas de buen vivir que no están acostumbradas a este tipo de hostigamientos terminan por caer aunque generalmente se trata de cantidades menores.
Destaca que las personas víctimas de extorsiones ya ni siquiera denuncian estos hechos porque las autoridades a quienes compete la investigación de este tipo de ilícitos en ningún caso han logrado dar con los extorsionadores, lo que ha creado una cultura de impunidad entre quienes viven de realizar este tipo de prácticas al margen de la ley, a sabiendas que nadie anda tras ellos.