La próxima Presidenta de México CLAUDIA SHEINBAUM PARDO es una mujer que le apuesta a la ciencia, al conocimiento y no a las “ocurrencias”, ni tampoco a los discursos de exagerada demagogia.
Por sus palabras se advierte que es una mujer decidida, práctica y dispuesta a poner al país en manos de un equipo de colaboradores altamente calificados en el campo del conocimiento.
Apreciación que nace al observar que dentro de los nombramientos que ha dado a conocer de las personalidades que van a integrar su gabinete y principal equipo de trabajo, se observa que hay hombres y mujeres bastante calificados para las encomiendas que tendrán en sus manos en unas semanas más.
Esto ya lo había comentado antes, aquí mismo: SHEINBAUM es una mujer erudita, que ha forjado su existencia en los laberintos de la ciencia, con galardones que la exponen como una persona que sabe lo que dice… y también lo que quiere.
Al dar a conocer que VÍCTOR RODRÍGUEZ PADILLA será el próximo Director General de PEMEX, para suceder en el cargo a OCTAVIO ROMERO OROPEZA, quien fatalmente no dio “el kilo” hundiendo más a la empresa en el quebranto económico, que no se sabe si fue por su incompetencia o simplemente, porque solo obedeció órdenes, se confirma que la señora está siendo muy selectiva.
Pues bien, el próximo director general de la principal empresa nacional, es un personaje que porta las más altas cartas de presentación en el mundo de las energías, comenzando porque es Físico y Maestro en Ingeniería por la UNAM y Doctor en Economía de la Energía por la Universidad de Grenoble de Francia.
Aparte, cuenta con un vasto currículo de certificados académicos que demuestran que es un experto en el tema energético, lo que ya en pocas palabras sugiere que no están subiendo al estrado a un improvisado tan solo para resolver un compromiso de campaña.
Y aquí es donde regreso a lo que ya he mencionado: millones de mexicanos tienen la esperanza puesta en que la Doctora SHEINBAUM convierta su gobierno en una ciencia, donde el conocimiento impere muy por encima del populismo, que actúe con solidez profesional en sus decisiones, que mire y atienda con eficacia los problemas nacionales, con esa frialdad que caracteriza a los diagnósticos de laboratorios.
Porque vivimos en un país que necesita ver sus realidades y encontrar respuestas que se conviertan en soluciones, mas allá de la retórica, de los discursos que hablan de los pobres, que siempre han existido y existirán por los siglos de los siglos; la nación requiere de producción, desarrollo científico y tecnológico, de un modelo educativo que nos saque del sótano mundial en que nos encontramos.
La ciencia ha tenido todo el tiempo la facultad de encontrar fórmulas y esta vez, por el bien de todos, esperemos que los ilustrados que estarán al frente de las principales dependencias nacionales encabezados por la primera mujer en gobernar esta nación azteca, a quien preceden títulos de excelencia académica y que en estos momentos la convierten en La Esperanza de México, salgan a demostrar la fuerza y el valor del conocimiento.