El tradicional operativo anual por vacaciones de verano está por iniciar en Tamaulipas, en un esfuerzo institucional por brindar seguridad a las personas o familias que se movilizan por las distintas regiones del estado.
Acá en la parte norte, donde no pasa nada y pasa de todo, es elemental que los mismos viajeros o turistas entiendan que para comenzar, no son carreteras de alta velocidad y que por el momento las rúas federales que comunicación con la zona fronteriza, están en muy mal estado, es decir propicias para los accidentes.
Pero además evitar moverse de noche en estas mismas carreteras por todos los riesgos que se aparecen cuando comienza a caer la oscuridad, hasta el amanecer del nuevo día.
No diré que estamos en estado de emergencia, como en otras ocasiones, pero tampoco tiene caso arriesgar nada, sobre todo cuando en el mismo viaje se mueve una familia, que es lo más preciado, el patrimonio más importante, que nunca y por ningún motivo, se debe arriesgar.
Siempre las carreteras han sido motivo de riesgos y también de respeto entre los conductores que desean llegar con bien a su destino, pero lamentablemente también habrá quienes viajen cansados sin pensar en las consecuencias que esto puede acarrear o hasta bajo los efectos del alcohol u otros estimulantes, que con la intensidad del tráfico vehicular, aumenta exponencialmente el riesgo de sufrir percances indeseables… ¡y fatales!.
Por esto antes de viajar hay que tomar en cuenta dos cosas: hacer conciencia de nuestra responsabilidad al volante y verificar que las condiciones de los vehículos sean adecuadas para salir a carretera, lo que nos puede ayudar –asegurar no- a tener un buen trayecto y un arribo tranquilo a nuestros respectivos destinos.
Que nuestras vacaciones no se empañen por nuestra culpa y que otras personas que viajan en otros vehículos, tampoco tengan que resentir perjuicios producto de nuestra imprudencia.