Diciembre es para muchos –entre ellos yo- el mes más bello del año; una época mágica para los niños que sueñan con los regalos que les va a traer Santa Claus, mientras que los jóvenes y personas de edad madura disfrutan de las tradicionales y alegres posadas, tiempo también para que los adultos mayores entren en las remembranzas de los tiempos en que les tocó vivir a plenitud.
En lo general la temporada navideña y fin de año es motivo de alegría, de buenos deseos, de convivir en un marco de armonía, aunque en alguno de sus hogares donde por alguna razón falta cualquiera de sus integrantes, la palabra “navidad” puede ser hueca, a diferencia de como la sentían antes.
Hoy inicia ese mes mágico que todos queremos sea de mucho regocijo y sobre todo de tranquilidad, porque los tiempos y la región donde vivimos suele dar muchas sorpresas desagradables, en el momento menos esperado para borrarnos la sonrisa del rostro.
Ya se mira en San Fernando la presencia de “paisanos” que con tiempo regresaron a su terruño para visitar a sus familiares y pasar aquí la navidad y el año nuevo, dejando a la vez generosa derrama en el comercio local; a pesar de las tristes historias que se cuentan sobre esta región hay quienes no pierden de vista el origen y se atreven a venir confiados en la protección divina.
Por cierto, el retén de la Y, donde se concentran auditores de finanzas, Guardia Nacional, Guardia Estatal, Policía Investigadora y Migración deberían retirarse del ligar al menos por los días en que se registra el mayor flujo de viajeros, porque aparte de representar una fastidiosa pérdida de tiempo, al someter a revisiones a los vehículos, sobre todo de paisanos, generan largos embotellamientos y crisis de ansiedad, sobre todo entre quienes tienen por delante cientos o miles de kilómetros para llegar a sus destinos.
En pocas palabras ese reten es un estorbo, ¡ah! y sin contar las extorsiones que se dan de manera intensiva.
Ni un indocumentado, ni droga ni contrabandos se aseguran en ese sitio, donde se han documentado cientos de denuncias que jamás han sido atendidas y he ahí un buen tema para los diputados locales y federales, que pueden hacer algo de pueblo, sobre todo los que andan buscando ser candidatos, con tal solo apostarse en ese sitio –La Y- e intervenir para frenar ab usos.
Tenemos que Diciembre ya llegó para alegría de muchos, hay que disfrutarlo, con moderación claro, con responsabilidad y sin importar si la edad es corta o una vejez avanzada, hay que sacarle todo el jugo, porque no sabemos si será nuestra última Navidad.
Abrazos para todos.