El noveno mes del año que se encuentra en vigor, no solamente es el mes de la Patria por la conmemoración del “Grito de Independencia”, sino que además del fervor nacionalista que despierta, es también “El Mes del Testamento”, por mandato del Gobierno federal, con la intención de promover una cultura que aliente la seguridad patrimonial.
Durante Septiembre se otorgan beneficios sustanciales a las personas interesadas en avanzar con este tipo de trámites, de suma importancia cuando existe familia, propiedades y el dueño, como consecuencia natural, llega a perder la vida.
Durante Septiembre, los notarios y notarias de todo el país extienden sus horarios de atención, brindan asesoría jurídica gratuita en materia testamentaria a las personas y reducen los costos del testamento para facilitar y fomentar su otorgamiento.
El testamento es un documento que permite la distribución o asignación de bienes a su nombre, a las personas que por su propia voluntad determine, lo que evita que después de los decesos se tengan que realizar juicios con discrepancias por parte de quienes se sienten con derecho al reparto del patrimonio familiar.
La cultura del estamento tiene un buen refuerzo en Septiembre, en que por disposición federal, se conceden beneficios a las personas que deciden testar para evitar complicaciones de carácter legal, que son frecuentes cuando no se realiza este procedimiento, que resulta relativamente simple y accesible durante todo el mes en curso, por lo que invita a aprovechar este beneficio que viene surtiendo efecto, de algunos años a la fecha.
Desde el año 2003, en México se instituyo a Septiembre como “Mes del Testamento” por un acuerdo entre la Secretaria de Gobernación y el Colegio Nacional del Notariado Mexicano, con la finalidad de contribuir a la cultura de previsión, además de fomentar la importancia de actuar en forma responsable para no heredar problemas.