La solución al conflicto entre la sección XXX del SNTE y la Secretaria de Educación de Tamaulipas –SET- no se dio en los términos que reclamaba el dirigente de la sección XXX Profr. ARULFO RODRIGUEZ TREVIÑO, porque al menos, el principal de los puntos que esgrimía desde un principio, no le fue concedido.
Aquí se había anticipado que la Secretaria de Educación en Tamaulipas LUCÍA AIMÉ CASTILLO PASTOR no se iría como lo exigía el líder magisterial como primera y principal condición para avanzar en las negociaciones y que se pudiera levantar la injusta e inútil huelga de los maestros, que solo afectó a los alumnos del nivel básico de enseñanza.
Porque en esta medición de fuerza, el profesor ARNULFO RODRÍGUEZ fue el más “raspado”; comenzando con la condena de cientos de miles de padres de familia en contra de la suspensión de labores, tan solo por un capricho del vetusto dirigente de los maestros en Tamaulipas.
Del pliego petitorio presentado hay tela para negociar, pero esta acción es conceder una parte para uno de los actores interesados y la otra para el contrario, eso es negociar; lo otro, pretender imponer usando a los alumnos como rehenes, eso se llama extorsión.
De tal manera que el tiro le salió mal al pastor del magisterio, porque en una hábil jugada, el gobierno del estado solicitó la intervención de la Secretaria de Educación Publica, de la dirigencia del SNTE en el país y para cerrar bien el tema, hasta de la Secretaria de Gobernación, cuyos titulares desde un principio se dieron cuenta de la chiflaron de las demandas.
Especialmente condicionar el paro de labores a la salida de la maestra CASTILLO PASTOR del cargo como Secretaria de Educación en Tamaulipas, a la que ARNULFO RODRÍGUEZ traía –o trae- en salsa por algunas descortesías que supuestamente cometió con él, durante el arranque del ciclo escolar 2023- 2024, ocurrido precisamente en San Fernando.
De acuerdo a su versión, la Secretaria de Educación no se acordó de su nombre y en la lona colocada en esa misma ceremonia, no fue colocado el logotipo del SNTE y eso hirió de manera muy profunda la sensibilidad de un hombre cuya edad ya roza los 76 años, curtido en la lucha gremial, que a estas alturas ya debería estar curado de ese tipo de emociones.
En síntesis, no pudo hacerle “manita de puerco” al gobierno de Tamaulipas, tras dialogar ampliamente con los emisarios procedentes de la CdMx se acordó que las clases se retomarán este día, mientras que las negociaciones avanzan, en el entendido que negociar no es entregar la plaza como hubiera sido, conceder el despido de la maestra LUCÍA AIMÉ CASTILLO PASTOR.
Queda para el análisis lo que sigue, porque herido esta vez con más razón, al no conseguir sus propósitos, el viejo lobo de mar podría tomar rutas alternas para vengarse de lo que puede considerar una humillación y no olvidemos que estamos en el inicio de un importante proceso electoral donde se van a necesitar muchos votos.
Y así como sorprendió de la noche a la mañana, con la toma del edificio de la SET en Cd. Victoria y de los CREDES en varios municipios del estado, en una acción relampagueante, de la noche a la mañana, igual puede repetir la hazaña el día de las elecciones constitucionales, es decir el 2 de junio próximo.
Por su edad, muchos consideran que el Profr. ARNULFO RODRÍGUEZ no tiene nada que perder y podría pasar a la historia como un mártir del magisterio si acaso llega al sacrificio, problema que por cierto tiene solución, si como “premio” a su berrinche, le otorgan una candidatura de MORENA dentro del proceso electoral que ya se encuentra en marcha.
Por lo pronto, ayer por la tarde cuando quiso deshacer el nudo ante sus seguidores con frases incoherentes, los maestros le gritaron en su cara palabras con desprecio al entender que solo los había utilizado para negociar algo que nunca llegará al conocimiento de las bases por boca de él, porque vamos a recordar que las paredes oyen, sobre todo cuando está de por medio la temible Secretaria de Gobernación.
Y como punto final, el líder de la sección XXX del SNTE no ganó nada, los que perdieron fueron los alumnos, si consideramos que el tiempo perdido, ¡no se recupera jamás!.