Ante el riesgo que representan para la población civil viejas casonas construidas a base de sillar, que por falta de mantenimiento se pueden desplomar y causar daños a las personas, Protección Civil Tamaulipas estará llevando a cabo una revisión de esta problemática.
El Centro Regional de Emergencias se encuentra atendiendo esta situación, luego del evento climático del domingo anterior que arribó de manera intempestiva a la ciudad con fuertes vientos y lluvias que derribaron árboles, techos de lámina y cables de electricidad.
En la cabecera municipal de San Fernando hay al menos 40 construcciones de sillar, entre casas y bardas que se encuentran en muy mal estado, debido a que no están habitadas y no reciben trabajos de mantenimiento.
Algunas de estas en épocas lluviosas han resentido daños al grado de derrumbarse, mientras que otras lucen frágiles por el paso del tiempo, convertidas en un peligro para transeúntes y automovilistas, por las dimensiones y peso del material usado en su construcción.
El 1 de junio siguiente habrá de entrar en vigor la temporada de huracanes 2023, lo que traerá riesgo en ese tipo de edificaciones que al momento ni siquiera se encuentran señalizadas para que la población tome las debidas precauciones y evite pasar por las ubicaciones donde se encuentran, al menos en periodos de fuertes vientos y tormentas.