Pescadores de la laguna madre no olvidan que en el mes de marzo de este año 2023, se cumplieron 30 años de la veda de camarón con “fines experimentales”, impuesta a petición del Gobierno de Tamaulipas y que a tres décadas, se sigue practicando bajo ese mismo concepto, lo que consideran como algo absurdo.
En 30 años, el mundo se ha producido un cambio climático mundial, que impacta de manera determinante en la naturaleza, lo que es motivo más que suficiente para hacer ajustes en las normas y restricciones, que se ordenan desde un escritorio en la capital del pais.
Señalan que la fecha de la veda que inicia en mayo, surte efecto precisamente cuando va a entrar “la corrida mayor”, que es cuando más camarón aparece en mayores cantidades en la aguas de la laguna madre y que capturarlo, significa un ingreso considerable para beneficio de los pescadores y sus familias, pero gracias a la anticuada disposición oficial, se miran privados de este beneficio.
También mencionan que desde hace años están pidiendo que la veda se implante a partir del mes de junio, porque es cuando inicia “la canícula”, periodo del año en que las aguas del vaso lacustre sufren incremento en la temperatura y los camarones huyen hacia las profundidades, para evitar sucumbir, lo que representa una época natural en que no se puede atrapar.
Este año, al igual que en el 2023, la veda de camarón en la laguna madre parece más orientada a seguir beneficiando a los dueños de los barcos camaroneros que operan en el Golfo de México, porque se trata de personalidades de la política y la economía, que tienen la capacidad de influir en las decisiones de los funcionarios a quienes compete resolver estas problemáticas.