Estar vivos es un buen motivo para estar contentos, por mucho que la vida nos ponga pruebas difíciles que nos hacen tambalear, pero que una vez que las superamos, llegamos a entender que lo mejor ha sido y será siempre, ponerle buena cara al mal tiempo.
Le comento esto porque veo a muchas personas contentas disfrutando de los preparativos por las fiestas de fundación de San Fernando, que el domingo próximo ajustará 274 años de su fundación, tiempo en que se ha desarrollado como parte de una región que mucho le abona al desarrollo nacional, a través de las actividades primarias.
Comentarios al respecto hay muchos y de muy variadas índoles; desde quienes sienten el orgullo de su origen y se muestran ansiosos por las celebraciones que está anunciando el Ayuntamiento que preside la Ing. MAYBELLA RAMÍREZ SALDÍVAR, que tienen como objetivo destacar el patriotismo propio, en memoria de quienes a través de casi tres siglos, han forjado lo que ahora es, este pujante municipio.
También se escuchan voces que no comparten la alegría por los festejos al enfrentar problemas abrumadores que les impiden vivir la emoción de las fiestas de fundación y que lo reflejan a través de comentarios ácidos en las redes sociales.
Sin embargo, es contundentemente mayor el regocijo popular que las lamentaciones, lo que se aprecia en los mismos comentarios y que seguramente se va a confirmar con las festividades populares que tendrán lugar en la zona turística de la laguna madre y en el programa que se va a desarrollar en la plaza principal de la ciudad.
Entusiasmo donde los jóvenes, con su dinamismo y alegría natural, le dan un toque especial a los eventos previos, entre ellos el reinado, lo que por sí mismo ya representa una utilidad pública que no puede pasar por alto, al ver la emoción entre las candidatas al cetro y la corona real, familiares y simpatizantes.
Una fiesta como es obvio, cuesta, pero la inversión vale la pena, cuando significa alegría y convivencia social y familiar, que también forman parte del bienestar que se puede lograr a través del ejercicio de un presupuesto público y que además forma parte de una centenaria tradición.
Porque según recuerdo, desde que arribe hace más de 40 años a San Fernando, cada 19 de marzo –exceptuando la pandemia del Covid 19- siempre se han realizado festejos que han sido disfrutados por el pueblo… y también siempre se han escuchado voces discordantes.
Esto último no se puede evitar; vivimos tiempos de inconformidades, en que la sociedad pretende que las instituciones resuelvan todas las necesidades, aunque nunca fue así; el pueblo siempre puso su parte y en los tiempos que vienen, cada día será más necesaria la participación ciudadana, para remontar con exito las carencias y desigualdades sociales.
Por lo pronto, esta vez, es tiempo de mostrar nuestra mejor cara, en armonía con los festejos de un pueblo que nunca se ha dejado vencer por las adversidades y cuya fortaleza se manifiesta en la voluntad de sus hombres y mujeres por mantener a San Fernando como un ejemplo de producción a nivel nacional.