Fue algo que me vino a la mente, como una especie de inspiración.
Veo a muchas personas en las redes sociales quejándose de la depresión, del sentimiento que sufren por diversas causas, inclusive que algunos y algunas, no alcanzan a identificar siquiera porque la padecen.
Pero hay quienes en el límite de la resistencia mental, deciden poner fin a ese sufrimiento y tal vez lo consigan, pero dejan sufriendo a sus seres queridos por lo que se atrevieron.
Siempre he visto con respeto a los grupos de Alcohólicos Anónimos; me parece ejemplar el esfuerzo de hombres y mujeres por escapar de las garras del vicio y he visto con admiración el funcionamiento de algunos de sus programas; me llama la atención el denominado “24 horas”.
Para quienes son adictos a cualquier sustancia, no ingerirla es consumirse en las llamas del infierno; la necesidad rebasa el sentido común, el amor a la familia, el respeto, los valores desaparecen, lo he visto de cerca y sé… que cuando las personas deciden salir de ese agujero, es porque ya han tocado fondo.
Es sublime ver el grado de afinidad que existe entre los integrantes de los grupos de AA, la identificación por sus conflictos internos que derivaron en el vicio del alcoholismo, los hace hablar un lenguaje cifrado, que no necesitan ni palabras, porque ya saben lo que padecen, lo que se siente… y lo que sienten sus familias, de tal modo que siempre están ahí, los unos para para los otros, recargándose entre ellos.
Y en el caso que yo abordo esta vez, quiero pensar que si un grupo o varios grupos de Personas en Depresión se conocen, se cuentan sus angustias y por el intercambio de impresiones, se identifican, se habrá dado un primer gran paso dentro de una aguda problemática social, que suele pasar inadvertida… hasta que alguien se suicida.
Quiero pensar que en San Fernando hay Psicólogos que de manera gratuita, pueden dialogar con hombres y mujeres que se encuentran en depresión y aplicar sus técnicas para sacarlas del cuadro que presentan.
Digo que en forma gratuita porque aunque los profesionistas justamente cobran por sus servicios, hay algunos temas como este, que merecen la participación de toda la sociedad para salvar a quienes por diferentes causas han perdido el interés por vivir y se encuentran más interesados o interesadas en quitarse la vida, que hacer frente a sus conflictos.
Todos tenemos podemos tener alguien de la familia o de nuestras amistades con problemas depresivos, que a veces por efecto de nuestras ocupaciones pasamos por alto y nos vamos dando cuenta cuando ya pasó algo fatal y nadie queremos pasar o volver a vivir una situación de ese tipo, cuando a través del dialogo de la comunicación directa, de escuchar, de servir como desahogo, podemos aliviar en parte la tensión que cargan las personas que sufren depresión.
En lo personal, me gustaría ayudar a cualquiera que se encuentre en esas condiciones; hay veces que quienes la padecen han exacerbado mentalmente sus problemas, que en la realidad no llegan a tanto y tienen solución rápida, a la mano, solo se necesita de más cabezas pensando en resolverlos.
Y en los casos difíciles, para eso hay especialistas, que si se organiza un grupo o varios de Personas en Depresión, pueden apoyar para un mejoramiento del problema y establecer mecanismos hasta llegar a la sanción total.
Pero para que esto se pueda hacer, lo primero que tiene que ocurrir, es que las Personas en Depresión, reconozcan que la padecen, que se manifiesten y se declaren listos para recibir ayuda.
Así es como he visto que funcionan los grupos AA y es como se han curado muchas personas que hoy, dan testimonio del infierno que vivieron, hasta que un día, por su voluntad y esfuerzo, lograron derrotar a sus propios demonios.
¿Qué les parece la idea?… ¿le entramos?.