Como las asaderas de San Fernando, ¡ningunas!: esta es una frase que se escucha con frecuencia sobre todo en otras regiones donde reconocen y le dan todo el valor merece este producto artesanal que se elabora en la región desde tiempos remotos, como parte de una cultura gastronómica , que se niega a desaparecer a pesar de todas las innovaciones que ofrece la vida moderna en materia alimenticia.
Se trata de unas gruesas tortillas elaboradas a base de leche de vaca que se producen en comunidades del campo y que se expenden en la cabecera municipal y son llevadas a otras ciudades de la región e inclusive, a populosas poblaciones de la unión americana, donde gozan de una gran demanda.
Las asaderas de San Fernando son consumidas en su estado natural, a la plancha o en salsa generalmente, constituyendo un fuerte atractivo para los habitantes del norte de Tamaulipas y de otras zonas del extranjero, donde radican oriundos de los municipios de Burgos Cruillas y San Fernando y que sufren la melancolía de los alimentos que consumieron durante alguna etapa de su vida.
Las asaderas generalmente se elaboran con leche de vaca, pero también pueden ser confeccionadas con lecha de cabra y la elección ya depende del gusto de los comensales, pero en cualquiera de los dos casos se trata de productos exquisitos, que al degustarlos se convierten en un manjar para los paladares más exigentes.
También, se consume a manera de postre, sobre todo por parte de adultos mayores que desde su infancia lo han disfrutado de esa manera, que acostumbran a mezclar trozos de asaderas con miel, piloncillo, o dulces leche de cabra, después de los alimentos y al decir de quienes gustan ingerirla de esta forma, es “un manjar de dioses”.
En otras poblaciones del centro y sur de Tamaulipas se producen también asaderas en forma de cuadros, mientras que las de la región de San Fernando son esféricas, lo que las distingue y están convertidas en un producto de alta demanda, que al ritmo que se producen se venden, inclusive, se realizan ventas de separado, de tal forma que en ocasiones, no alcanzan a llegar al mercado.
Durante diciembre, con el arribo de “paisanos” que vienen a pasar con sus familias las fiestas de navidad y año nuevo, se incrementa de manera considerable la demanda de asaderas, luego que los connacionales compran en cantidades generosas este exquisito producto, cuya venta generalmente es limitado ante la escases de ganado lechero en la región, mientras que su fabricación corre a cargo de familias determinadas, que las elaboran a baja escala.