La venta de arreglos florales, coronas y otros motivos utilizados durante la celebración de los “Días de Muertos” estará en su apogeo en los días siguientes, bajo condiciones propicias para el abuso de los comerciantes del ramo, al encontrarse sujetos estos productos a la oferta y la demanda, es decir sin ningún tipo de controlo oficial.
Además de los negocios establecidos dedicados a la venta de flores y arreglos de uso luctuoso, se instalarán como es costumbre, vendedores temporales en varios sitios de la vía pública, para ofertar flores naturales y compuestos artificiales.
Como en todos los años, no hay precios oficiales ni reglamentación para la venta de flores y adornos para colocarse en las tumbas de los panteones que estarán abiertos, para facilitar el ingreso de las personas que visitan las tumbas de “los angelitos” el 1 de noviembre, como se llama en el lenguaje coloquial a los niños y bebés fallecidos, mientras que la conmemoración del día 2, estará enfocado a los difuntos de mayor edad.
Como es costumbre, no habrá vigilancia de la Procuraduría Federal de Consumidor –PROFECO- ni de ninguna otra autoridad para evitar que los comerciantes vendan a los precios que mejor les parezcan, aprovechando la nulidad de las autoridades del ramo que San Fernando brillan por su inutilidad.