¿Qué van a recibir los integrantes del comité de recepción del próximo gobierno de Tamaulipas que han sido conferidos a esa responsabilidad?.
Diría un filósofo político de rancho: “lo que me robé, no lo apunté ahí”.
Y sin decirlo, es lo mismo que se hace. Se entregan números –sobre todo- a modo, camuflageados entre montañas de datos para revolver la información y provocar que se tarden el mayor tiempo en descifrarla.
En la historia reciente del propio gobierno de Tamaulipas, cuando todavía se entregaban de un priísta a otro, desaparecían discos duros de las computadoras y se cuatrapeaban todos los datos que podían resultar comprometedores, aunque sabían que nadie la iba a “hacer de todos”.
Cómo piensan que van a entregar los que se van, conscientes que los que arriban, los quieren meter a la cárcel por el resto de la eternidad.
Ya el Gobernador Electo AMÉRICO VILLARREAL ANAYA presentó su equipo de transición encabezado por el Dr. JESÚS LAVÍN VERÁSTEGUI, profesionista de probada capacidad, al frente de un grupo de nueve integrantes, que a su vez, serán auxiliados por 400 personas más con conocimientos de esa naturaleza.
Pero además… invitando a la sociedad civil, profesionistas, académicos, investigadores etc. a ser parte de la gran comisión que va a recibir los bienes y recursos del patrimonio estatal, con el ánimo de analizar en detalle, cada uno de los aspectos que son parte de un formato pre establecido.
El Gobernador Electo aseguró que ya no van a esperar civilidad en el curso de la entrega- recepción… y aunque esto no lo dijo, tampoco su equipo tendrá consideraciones; así que viene un proceso encarnizado por hurgar hasta la medula, de los recursos que se ejercieron… y de los que se comprometieron a través de créditos.
Por su parte, el Gobierno de Tamaulipas todavía no responde, dando a conocer las identidades de los integrantes del equipo que se hará cargo de la entrega y que se supone estará encabezado por el Secretario General de Gobierno GERARDO PEÑA FLORES, con el apoyo de los de finanzas, administración, obras públicas, auditoria superior y obviamente, de la contraloría gubernamental.
A partir del 1 de septiembre iniciará un nuevo episodio, donde habrá que ver la capacidad de resistencia de los dos grupos; hasta donde aguantan unos que les piquen los ojos y los otros, cuanto soportarán el hostigamiento a que serán sometidos por todo un mes.
Si entregar y recibir entre los mismos, siempre fue un martirio para los salientes, me quiero imaginar en este caso por la polarización que existe, más aun si como es de esperarse, las cuentas estarán “mochas”.
Habrá “océanos” en la información financiera y en las inversiones, donde por cierto los fideicomisos que administra el Gobierno de Tamaulipas serán pieza clave para fincar responsabilidades, porque se trata de aspectos que se han manejado dentro de la mas absoluta opacidad.
Vienen tiempos muy difíciles para el grupo que ha gobernado Tamaulipas en los ultimos años, porque una cosa es rendir un informe de gobierno dirigido al Congreso del Estado y la ciudadanía, que presentar cuentas a la Santa Inquisición, sabiendo que las intenciones de la otra parte son altamente destructivas.
Pero no es gratis, simplemente es recordar que “Amor con amor se paga” y que cuando toca la hora de pagar los agravios políticos, siempre es con los más altos intereses.