Para lo que puedo decir después de 22 años de mantenerme al frente de un medio informativo, que desde su fundación fue recibido con agrado por la sociedad local, realmente, gracias, es muy poco.
Ha sido un tiempo que para muchos puede parecer una eternidad o al menos toda una vida, pero que para este servidor, ha sido como una película en ráfaga, que pasa por mi mente cada vez que por algún motivo, tengo que recordar la trayectoria del periódico Encuesta de San Fernando.
Para comenzar, inicié con todo el brío de un emprendedor, porque para la edad que tenía entonces -40 años- todo se veía posible de realizar; no tenía dinero pero si amigos y la determinación de hacer algo por mi cuenta, así que puse manos a la obra y ocurrió algo maravilloso: todo se me fue acomodando como por arte de magia.
En ese tiempo no había prensistas u operadores de maquinaria para imprimir periódicos en San Fernando, pero Dios puso en mi camino al inolvidable LAURO GRACIA GRACIA, un señor de aquí que había trabajado por largo años en asuntos de talleres gráficos, que por coincidencia – o por la gracia divina- había trabajado con la máquina que tenía yo en mi poder, adquirida con mucho esfuerzo.
Formar un equipo de trabajo y someterlo a disciplina fue todo un show que se prolongó por más de un mes, en puras prácticas, gastos de materiales y pagos de sueldos muy módicos, mientras que lográbamos salir con la edición impresa.
Y así fue como el 7 de agosto del año 2000, Encuesta hizo su primera aparición en medio de los más funestos presagios: el 90 por ciento de los amigos coincidían en que no sería posible sobrevivir más de tres meses, pero he aquí otro milagro.
El periódico que estaba fuerte aquí en aquel tiempo –antes de Encuesta- había golpeada a diestra y siniestra a los principales personajes de la sociedad local y hecho escarnio de personas inocentes, tenía al pueblo muy dolido, porque hasta con la honra de las viudas se atrevió a meterse.
En eso surgió Encuesta, que desde el primer día se convirtió en catalizador de la información; comenzó como vespertino y en el primer día, la edición de apenas 300 periódicos en 8 páginas en blanco y negro, con una impresión poco atractiva… ¡se agotó en menos de dos horas!.
Al día siguiente duplicamos la cantidad de periódicos y al mes, ya vendíamos mil 500 ejemplares, mientras que los anuncios del comercio local, se convirtieron en una importante fuente de ingresos para el sostenimiento y desarrollo del proyecto, que sin problemas, brincó los tres meses “de prueba”.
Lo demás, fue lo de menos; en 22 años he pasado por muchas satisfacciones, alegrías, momentos de angustia, dolorosos y de incertidumbre… pero aquí estoy, dando guerra todavía o sirviéndole a muchas personas que con distintos temas, me abordan de manera cotidiana.
No tengo el rango de consejero de nadie, pero trató de colaborar siempre que veo una dificultad sin resolver; voy por las calles tranquilamente, me siendo en las bancas de la plaza, ocasionalmente camino por un parque, siento en mi rostro los aires de la libertad y la despreocupación, sin problema de ningún tipo.
Y todo esto, me lo ha dado San Fernando; pueblo noble franco y generoso, al que tengo mucho que agradecerle y que siento como mío y yo de él, porque aquí nacieron la mayor parte de mis hijos y aquí me desarrollo, desde mi llegada, a la edad de 20 años.
Hay quienes no me quieren y sus motivos tendrán, porque tampoco soy una hermana de la caridad, pero tengo bien claro que la nobleza la tengo que sacar a flote con los más desvalidos y el carácter, con los prepotentes o abusivos que piensan con dinero, o con el poder público pueden hacer lo que quieran, pasando por encima de los demás.
Este carácter ha sido distintivo de Encuesta, que desde que nació, sacó a flote los nombres de los personajes que en aquellos tiempos dominaban a San Fernando con su poderío económico, a quienes demostramos que no eran intocables, como ellos mismos se consideraban.
Eran audacias propias de la edad y de la personalidad, por fortuna nunca hubo más que sustos, de los que me acuerdo divertido, como ahora en que por la fecha, he visto correr otra vez el cortometraje de Encuesta, porque aunque muchos digan que 22 años es mucho tiempo, esto ha sido como un suspiro fugaz, que me ha dado de todo.
Gracias a Dios, Gracias a la Vida, Gracias a San Fernando.