Este 1 de mayo entró en vigor la veda de tiburones en el Golfo de México, provocando que los pescadores no puedan capturarlo por el riesgo de hacerse merecedores de fuertes sanciones que han sido determinadas por las autoridades federales, prohibición que terminará el próximo 30 de junio.
Las sanciones económicas de acuerdo a la normatividad en la materia, podrían ir desde los 80 mil pesos hasta los dos millones de pesos, también se podrán decomisar las artes de pesca, embarcaciones y proceder a la detención de los violadores de la veda para ponerlos a disposición de una autoridad federal, para ser procesados por la vía penal.
Durante el 2022 la vigilancia podría ser más intensiva que en años pasados y las revisiones extenderse hasta los campos pesqueros donde se realiza el procesamiento de esta especie, cuya carne tiene alto valor en el mercado, pero principalmente las aletas, que se venden a precios muy altos a países de oriente, donde se consume con fines espirituales.
Pescadores ribereños de San Fernando salen continuamente a capturar esta especie en las aguas del mar abierto, atraídos por el atractivo precio que pagan por las aletas de los tiburones que y la carne, que compensan los magros ingresos que les dejan otros productos pesqueros que extraen de las aguas del vaso lacustre.