Las carreteras que confluyen con San Fernando observan un tráfico intenso de vehículos de carga, lo que tensa el riesgo de accidentes, por las condiciones que provoca la saturación de estas unidades en tramos donde la superficie de rodamiento se vuelve más estrecha.
El movimiento de las pesadas unidades de carga, en algunas horas del día supera a los vehículos ligeros, lo que sucede principalmente por las mañanas, cuando se forman largas columnas de vehículos que transportan mercancías en dirección a la frontera del país, o hacia el interior de la República Mexicana.
Advertidos de la imprudencia de viajar de noche por las carreteras del norte del estado, los operadores de las pesadas unidades, prefieren estacionarse en grupos por la noche en gasolineras y paraderos específicos para descansar y desde muy temprana hora, retoman su trayecto.
A su paso van dejando utilidades en la economía, en negocios de comida, gasolineras, talleres mecánicos, vulcanizadoras, refaccionarias y otros, sin embargo, son también factor de accidentes, que dejan saldos sangrientos, ya que es común que acostumbren a adueñarse de toda la superficie de rodamiento al rebasar, en el ánimo de llegar lo más ponto a su destino.