Por Aristeo Manilla García
Nadie sabemos cuánto es lo que extrae PEMEX de San Fernando diariamente en gas naturales, condensado y aceites, porque se trata de información ultraconfidencial, cuya secrecía riñe con las propias leyes, cuando se encuentra establecido que las riquezas del subsuelo, son propiedad de la nación… y la nación, somos usted, yo y todos los mexicanos.
Y aunque no sabemos con precisión porque son datos que malévolamente esconden y que dan mucho en que pensar sobre la honestidad en el manejo de los recursos naturales, sabemos que diariamente se extraen hidrocarburos por muchos millones de pesos… ¿cuántos?, le debo el dato.
Pero toco el tema, porque sabemos que se ha elaborado un anteproyecto para la modernización del hospital general de San Fernando y que la decisión de aprobar los recursos necesarios, se encuentra sobre la mesa de PEMEX, quien deberá decidir sobre la inversión con fondos de su presupuesto.
Desde hace caso 15 años que iniciaron aquí las maniobras de explotación de los campos de gas, el subsuelo de San Fernando le ha dado mucho dinero a ganar a PEMEX, que por un razonamiento justo, se encuentra comprometido con este municipio y el tema del Hospital General es una excelente oportunidad para que la empresa del estado mexicano, demuestre buena voluntad y agradecimiento.
Porque a la fecha, por medio de la compañía española Iberoamericana de Hidrocarburos S.A. de C-V. –IHSA- que tiene a su cargo la concesión para explotar los pozos petroleros, es más lo que han vendido de ilusiones, que lo realmente han dejado de beneficios, por lo que no se puede considerar que el trato sea justo y recíproco.
Esta vez hay un gran tema que ya fue expuesto y que deberá decidirse en los próximos meses, aunque PEMEX no se caracteriza por tener prisa; los altos ejecutivos de la empresa se manejan por agendas y calendarios; de ahí nadie los saca.
Pero lo importante es que el asunto del nosocomio ya está en su cancha, gracias a que la alcaldesa MAYBELLA RAMÍREZ SALDÍVAR desde el inicio del mandato, no ha quitado el dedo del renglón y en apenas unos meses, logró que se elaborara el anteproyecto y que este fuera planteado directamente ante las instancias adecuadas, es decir, de donde deberá salir la aprobación.
Esta es la primera vez que se mira factibilidad para lograr la transformación de un hospital caduco, incompleto y mal equipado, para convertirse en un centro de atención integral de salud, por los niveles de gestoría que se han alcanzado.
El resto es decisión de PEMEX; le corresponde a la empresa autorizar, desaprobar o simplemente, meter en “el congelador” la propuesta que le fue planteada, pero cualquier respuesta que no corresponda a las necesidades de la población en esta materia, será un acto de ingratitud con una tierra que le ha dado a ganar miles de millones de pesos y una irresponsabilidad de una empresa que se jacta, de ser “socialmente responsable”.
Pero no adelantemos vísperas y vamos a pensar en positivo, que pronto saldrá una contestación positiva, a una demanda realmente, es justa y necesaria.