Por Aristeo Manilla García
La alarmante ola de contagios del Coronavirus, en una etapa donde la vacunación se encuentra avanzada y se supone, porque ni siquiera hay acertadas defunciones científicas, que por el tiempo transcurrido, ya habría una “inmunidad rebaño”, nos lleva a reflexionar sobre curiosas características de este fenómeno.
Entre otras cosas, que como bien lo señala la opinión publica, durante el periodo de campañas electorales Tamaulipas estuvo en semáforo naranja y verde, de tal suerte que la población, desoyendo las recomendaciones sanitarias, dejó de lado en gran parte el uso de las mascarillas y elementalmente… la sana distancia.
Mucho tuvo que ver en esto la clasificación oficial, que hizo creer a muchos que la mayor parte del problema estaba solucionado y que hoy, tristemente vemos que no es así.
Recuerdo la manifestación aquella de apoyo al Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA, cuando de manera por demás irresponsable, la Secretaría de Salud en Tamaulipas a cargo de la Dra. GLORIA DE JESÚS MOLINA GAMBOA, decretó “semáforo” verde para realizar la concentración y marcha, donde se congregaron cerca de diez mil personas.
¿Y qué pasó?… no recuerdo que los 15 días o tres semanas de ese evento tumultuoso, se haya producido ningún rebrote del Covid 19. Muy raro.
Ahora otra vez, la misma Secretaria de Salud advierte –ya pasadas las campañas- que los contagios vuelven a ponerse de moda en forma muy agresiva, porque de 6 casos que se reportaban hace 15 días en San Fernando, ahora la cifra ya anda en 36 activos; un 600 por ciento más… dígame usted si no se trata de cifras alarmantes.
Me llama la atención que la mayor parte de esos casos, son empleados de la Presidencia Municipal, de los cuales la mayor parte necesitaban de un descanso, por los trabajos forzados a que se vieron sometidos en los tiempos del proselitismo electoral.
En lo personal, creo que siempre han jugado con la información en torno a la pandemia y que lo seguirán haciendo.
Ahora resulta que el Covid entre su mutación, ya no afectará de manera sensible e inmediata las vías respiratorias, que ahora su nuevo camuflage se presentará a través de dolores de cabeza, musculares, de articulaciones, algo así como si fuera dengue, en tiempos precisamente de una alta infestación de este último padecimiento por la presencia y reproducción escandalosa de agresivos insectos transmisores.
Veo además una gran alarma social, ante la situación de emergencia en que se encuentra San Fernando de acuerdo a la clasificación oficial; miedo es la palabra más adecuada.
Aparte que estar vacunado no garantiza evitar el contagio, aunque se considera que en personas que ya recibieron la aplicación, los efectos sean menores, pero con todo y esto, la mejor alternativa, la tenemos en nuestras manos; hay que comportarnos como al principio de la pandemia, porque el mismo gobierno nos está avisando que el Covid 19 se está propagando rápido y más furioso que en la primera ocasión, ahora con nuevos disfraces.
A la vez me pregunto ¿no lo harán para ahorrarse dinero en eventos oficiales que antes de la pandemia se hacían por obligación o tradición?.
Por lo pronto a la Presidencia Municipal de San Fernando, ya va muy poca gente a pedir ayuda por temor, ante los fuertes rumores de un contagio colectivo, que inclusive mantiene a empleados infectados recibiendo oxígeno en sus hogares, con lo que se estan ahorrando un dineral, justo en el llamado “Año de Hidalgo”.