Por Aristeo Manilla García
La diputada electa bajo las siglas del PAN por el distrito XIII con cabecera en San Fernando MARINA RAMÍREZ ANDRADE, pasará por una dura prueba de fuego en la gestión que le corresponderá desempeñar en la próxima legislatura tamaulipeca que habrá de iniciar el próximo 1 de octubre y bajo el yugo de MORENA, partido que ganó mayoría del Congreso del Estado.
Por las ideas de los próximos diputados morenistas, que ya están listos y ansiosos por entrar al campo de batalla, el Congreso de Tamaulipas, va a ser escenario de cruentos eventos, donde no se descarta, que de los argumentos, puedan pasar hasta a las manos.
Los pleitos en la cámara local se han dado incluso de manera física en los últimos años y esta vez, que los diputados dela 4T van investidos de la potestad mayoritaria, ni haciendo bola, entre los del PAN y los “pluris” emanados de otras fuerzas políticas que no fueron capaces de ganar un solo distrito en las urnas, podrán contener el avasallamiento.
Para MARINA RAMÍREZ no será difícil hacerse notar en el próximo Congreso Local, luego que la actual diputada NOHEMÍ ESTRELLA LEAL –también del PAN- reelecta por este distrito, ha sido invisible durante los cinco años de su gestión, de ahí que superarla no tendrá la menor gracia.
Aunque… la señora MARINA RAMÍREZ llegará al Congreso Local después de haber sido electa por una minoría calificada en San Fernando, el municipio donde radica y supuestamente la conocen mejor, de tal suerte que buscaba originalmente ser candidata municipal.
Aquí obtuvo un total de 8 mil 425 votos, de un padrón de 38 mil 370 electores inscritos en la lista nominal; es decir que casi 30 mil ciudadanos… ¡no votaron por ella!, mientras que a nivel distrital, con cerca de 120 mil electores, apenas alcanzó un total de 32 mil votos el pasado 6 de junio; saque usted mismo el porcentaje.
Lo que exhibe a simple vista que a pesar de la sobrecarga de representación popular que le endilgaron para proyectarla rumbo a la alcaldía de San Fernando –regidora y diputada local suplente-, su perfil siempre fue muy bajo, de tal suerte que ni exprimiendo las redes sociales, logró penetrar en el ánimo ciudadano, mas allá de los votos que fueron acopiados a través de estrategias comerciales.
El cabildo de San Fernando, ha sido un paraíso de tranquilidad y simulación en todos los sentidos, mientras que el próximo Congreso de Tamaulipas será algo así como una sucursal del averno, donde con ese instinto primitivo que distingue a las hordas morenistas, las batallas se van a convertir en el “pan” de cada día y solo van a sobresalir los más agresivos, o los que tengan más saliva.
Y la agresividad y confrontación, no son la etiqueta de diputada electa, que por el contrario se distingue por un trato muy cordial y amistoso, lo que pronostica que irá al Congreso de Tamaulipas a vegetar por tres años, pero eso no le va a dar puntos para sus ilusiones de ser candidata a la alcaldía de San Fernando.
Tendrá que hacer algo que la acomode dentro del ánimo social; el chiste es encontrar ese “algo”, porque ya quedó claro que las redes sociales, no son votos y publicar fotos –así sean miles- con ancianos y niños desvalidos, es un truco muy gastado, que la sociedad repudia.
¿Entonces?… algo, algo, algo. ¿Qué tal desde su curul exigir una auditoria a la actual administración municipal?… ¿cómo lo vería la sociedad sanfernandense?.
¿O ya se acabó la alucinación de gobernar San Fernando en un plazo corto?.
