
A cuatro meses de finalizar la actual administración municipal 2018- 2021, el abandono en que se mantiene la ciudad, demuestra que los recursos económicos han merecido un destino distinto al bienestar comunitario.
Así se puede apreciar en la mayor parte de los espacios públicos de la ciudad, con una apariencia desaliñada, impropia de un municipio que goza de un presupuesto anual superior a los 180 millones de pesos, mientras que otras poblaciones de la región con recursos que no llegan siquiera al 30 por ciento, tienen los lugares de uso común en condiciones impecables.
Una muestra de la indolencia oficial, es el parque infantil “Ing. Delia Garza Gutiérrez”, localizado en la colonia Bellavista Norte, el espacio de la ciudad más visitado por las familias, sobre todo por los niños que encuentran en sus instalaciones un sitio amplio para corretear, juegos infantiles que aunque en mal estado les permiten distraerse a la intemperie.
El parque cuenta también con un gimnasio al aire libre que es utilizado por jóvenes y adultos, mientras que docenas de personas caminan diariamente por una pista peatonal, entre zonas arboladas que cubren de los fuertes rayos del sol y vientos agradables que predominan la mayor parte del año.
Pero el lugar está muy descuidado; los espacios verdes con la maleza y zacate crecido todo el tiempo, la pista de caminata llena de baches y tierra que arrastran las corrientes de agua, basura acumulada en varios de los sectores del parque infantil, mientras que los juegos infantiles y el gimnasio, acusan los efectos del uso, del tiempo y la falta de mantenimiento.
Por tratarse del espacio más antiguo y mejor ubicado de la ciudad, punto de encuentro de familias y celebraciones infantiles, el parque “Delia Garza Gutiérrez” merece una remodelación a fondo y el reforzamiento del sistema de alumbrado en el interior, luego que varias lámparas tienen más de dos años fundidas y las que funcionan son de modelos antiguos, cuyos focos brindan una iluminación muy deficiente.