Productores de sorgo en la región, vienen entregando sus cosechas en algunos centros de acopio cuyas basculas no han sido calibradas por el camión “tara” de la Procuraduría Federal del Consumidor –PROFECO- que cada año y previo a la temporada de cosecha, realiza el procedimiento para asegurar que los instrumentos de pesado y medición se encuentren en condiciones normales.
De acuerdo a datos que la misma dependencia ha difundido, se conoce que días atrás, de 46 basculas, solo se calibraron 24 –cerca del 50 por ciento- mientras que el resto están operando sin cubrir este requisito, porque la unidad móvil se tuvo que mover a otra entidad del norte del país, a continuar con la misma función.
A las sospechas y afirmaciones de los productores de sorgo sobre estafas que se cometen en “las recibas” se suma que en esta temporada, cuyas trillas se están intensificando al paso de los días, la mitad de las basculas en funcionamiento no están calibradas, lo que aumenta el riesgo de anomalías en perjuicio del patrimonio de los productores de la región.
Cada año, se quejan de ser víctimas de robos descarados en las basculas al pesar las cosechas, así como en la aplicación de descuentos por los porcentajes de humedad del grano, ante la inexistencia de organismos de productores e instituciones, con facultades para realizar funciones de supervisión y vigilancia en las compras de sorgo.
La PROFECO por su parte, se deslinda de cualquier anomalía, arguyendo que las basculas que faltaron por ser calibradas por el “camión tara” que vino con excesiva prisa, serán sometidas a mantenimiento y posterior verificación por parte de una empresa regia que se encuentra facultada oficialmente para realizar ese trabajo.