Por Aristeo Manilla García
Mientras que por móviles políticos se ha desatado prácticamente un “pleito de perros” que acapara la atención de la sociedad tamaulipeca, se están dejando de lado temas que realmente son importantes y de impacto profundo para el grueso de la población, sobre todo en la zona norte, donde un gran porcentaje de las familias dependen de las actividades primarias.
Con más de 135 mil hectáreas se sorgo siniestradas por las cinco heladas del mes de febrero anterior en El Valle de San Fernando, lo que representa la mitad de la superficie que se siembra en el ciclo Temprano, nada se ha resuelto de la solicitud desastre que fue planteada por dirigentes de organizaciones, legisladores locales y federales.
Este si es un tema importante que amerita de una marcha, si es que todavía tienen fe en que funcionen esos pantomimas del folclore nacional; ahí es donde debería concentrarse la atención de los afectados, de los líderes políticos, de los representantes populares, de todos, para lograr una solución a la medida de las necesidades producidas por la calamidad climática.
Llama la atención que los realmente afectados no muestran espíritu de lucha, ya no se atreven a salir a reclamar el apoyo que necesitan y merecen por el rol que juegan en la producción de alimentos, que es básico en la soberanía de cualquier nación.
¿Pero qué tal para ir a protestar en Victoria?… ¿qué tal para defender causas ajenas, haciendo a un lado las propias?.
Y los lideres o los que concentran el poder político y económico, bien ocupados en reclutar “borregos” y gentes necesitadas de morralla y una despensa… en eso se desgastan, mientras que las verdaderas causas que merece toda su atención, están tiradas en el piso.
El escándalo del desafuero propuesto en contra del Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA terminó por ahogar las demandas de los productores, que por su parte ya no tienen siquiera esperanzas de una declaratoria de desastre, que abra la posibilidad a la aprobación de recursos para los productores afectados.
Mal asunto en una región donde la política está por encima de la producción de alimentos y mal asunto también cuando los mismos productores muestran un desanimo que es un punto a favor de la indolencia institucional.