Por Aristeo Manilla García
La desgracia que viven miles de productores agrícolas del norte de Tamaulipas a causa de las “heladas” en el campo a inicio de esta semana, dejan claro que una calamidad nunca viene sola y que una vez más, la sufrida gente del campo, va a tener que torear con una situación difícil.
La falta de un seguro agrícola, viene a empeorar el desastre, porque hubo productores que empeñaron o vendieron lo que aún tenían para poder sembrar y que ahora no tienen de dónde agarrar para volver a realizar los trabajos y resembrar sus tierras.
La agricultura es la principal actividad primaria de San Fernando, de la que dependen directamente cerca de 10 mil familias, pero que alimenta y da vida al resto de la población, de tal suerte que un año malo en el campo, lo resienten hasta los boleros de la plaza principal.
Hay en estos momentos un pesar colectivo, que debería ser motivo para unificar criterios y esfuerzos, al margen de móviles políticos o de cualquiera otra clase de intereses, porque es común que en la desgracia, haya siempre quienes saquen raja y por mala suerte, los tiempos actuales… ¡son políticos!.
Ya se escucha a los “jilgueros azules” con graznidos de reclamos por los nuevos formatos de apoyo al campo, en un claro intento por exacerbar el coraje de los productores y sus familias, para que en las elecciones del 6 de junio próximo, voten en contra de los candidatos de la 4T.
Se miran los esfuerzos desesperados de funcionarios estatales por hacer entender a la gente que no le conviene votar por más MORENA, arguyendo una cadena de situaciones perniciosas para el campo, que se han dado en los últimos años.
Destaca que más que animo por encontrar soluciones, en la desgracia hay un botín político que están querido aprovechar, para quedar bien o para hacer quedar mal a otros.
Esa no es esa la ayuda que necesitan los productores afectados, que en estos momentos requieren de solidaridad, no de convertirse en escenografía de un campo de batalla electoral, donde los beneficiados van a ser personajes que no tienen tierra ni en las uñas, porque viven en condiciones excéntricas y fastuosas producto de la política.
Ojo con esto, porque los lobos con piel de ovejas se van a meter en el movimiento para dividir más al sector productivo, en medio de la encarnizada batalla que se va a dar por ganar mayoría en la Cámara de Diputados… mientras que el problema del campo será solo el pretexto para cristalizar estrategias destructivas.
Se escuchan los primeros gritos de agitación, queriendo crear encono contra el mando federal, echándole la culpa de todos los males que padece la nación, pasando por alto que hay gobiernos locales que también manejan presupuesto, fideicomisos y que pueden ajustar su gasto para ayudar a la gente del campo, pero que en vez de hacerlo, utilizan los recursos públicos para arremeter contra el régimen republicano.
Que obviamente, tiene sus errores y sus defectos, pero que no es culpable de las tormentas invernales y de las temperaturas congelantes; en todo caso, le pueden echar la culpa al Todopoderoso, o… dejar la actitud negativa por un lado y ponerse a buscar verdaderas soluciones, aunque para ello quienes ejercen el liderazgo político, tengan que sacrificar comodidades y “guardaditos” que tienen en las alforjas, para aplicarlos en las próximas campañas políticas.
¿Usted qué piensa?… se vale opinar.