
Ni siquiera las fechas en que se veneran a los fieles difuntos sirvieron de motivación a los funcionarios municipales para mandar limpiar el exterior del panteón “viejo” de la ciudad, como se le conoce a este espacio público, localizado al final de la calle Ignacio Zaragoza de la zona centro de San Fernando.
Tarimas, fierros, matorrales, llantas en desuso, plásticos y un sin fin de artículos lucieron apilados durante las celebraciones de los días de muertos, “adornando” el exterior del cementerio más antiguo, que desde hace al menos cinco décadas se encuentra cerrado al público.
Sanfernandenses radicados en el extranjero, que no sabían que el panteón estaría cerrado por órdenes de la Secretaria de Salud y viajaron desde Texas a San Fernando, se dolieron del estado en que se encuentra el exterior del panteón “viejo”, donde están depositados los restos de sus seres queridos.
Lamentaron que para las autoridades municipales no sea importante la imagen, ni el respeto que merecen las familias que visitan los panteones, que estaban acostumbradas a ver sitios pulcros, sobre todo en las temporadas de mayor afluencia social.