A causa de la crítica situación que comienzan a padecer algunos hogares en “El Valle de San Fernando”, derivados del desempleo y la carestía de algunos de los principales productos de la canasta básica, el cultivo de huertos de traspatio se yergue como una alternativa viable para sofocar una situación de falta de comida, que podría hacerse sentir en un futuro cercano.
Productos de origen vegetal como tomate, cebolla, chile, pepino, lechugas, coliflor, nopales, entre otras son factibles de cultivarse para el autoconsumo en los patios de los hogares, inclusive para canjear entre familias que siembren otros alimentos.
También maíz y frijol se pueden cultivar en espacios pequeños para el autoconsumo de las familias, que en los patios de sus hogares podrían resolver de esta manera necesidades básicas, como se hacía décadas atrás con los llamados huertos familiares y que en la actualidad en otros países, se realiza con los mismos fines.
Alimentar gallinas es otra alternativa de bienestar familiar, que por mucho tiempo formó parte de las costumbres domésticas, lo que además de los llamados “huevos” que se consumen diariamente en la mayoría de los hogares, aportarían carne para el consumo en los hogares.
Lo mismo sucedía con los cerdos que se utilizaban para alimentar a las personas y cuya manteca servía como conservador natural de la carne, a la vez que era utilizada en lugar del aceite vegetal que ahora predomina en las cocinas, para preparar la comida.
El cultivo de hortalizas para el autoconsumo presenta más viabilidad en zonas del campo donde las familias tienen amplias superficies en sus hogares para producir varios de los alimentos que necesitan para subsistir, en condiciones de mayor seguridad ambiental y con categoría de calidad orgánica, mientras que en las ciudades es también viable realizar esta actividad en los traspatios.