Debido a una serie de irregularidades que se presentaron desde el momento de la detención del joven Luis Franco Arvizu, quien en la madrugada del miércoles apareció muerto en una celda de la prisión preventiva municipal, sus familiares piensan que fue asesinado por elementos de la Policía Estatal, que lo tuvieron bajo su custodia.
Entre las anomalías que no tienen explicación, se encuentran que el muchacho de oficio mecánico de motocicletas, se colgó del techo de la celda con la cinta de un short tipo “bermuda”, que vestía cuando fue detenido por elementos de la Policía Estatal Acreditable -PEA- luego que al parecer bajo los efectos del alcohol, discutió con sus familiares.
El muchacho fue remetido al filo de las 8 de la noche del martes y para la una de la mañana, los mismos policías estatales, le estaban avisando a su familia que había sido encontrado muerto, colgado en la celda, para lo cual utilizó el cordón de la “bermuda”.
La familia del occiso sostiene y trae fotografías del cuerpo presentando hematomas en los brazos, tórax y en el tabique nasal, mientras que extrañamente no existe por parte de la PEA una sola fotografía donde aparezca colgado en la celda y las imágenes que han circulado en medios y redes, son del cuerpo boca arriba, tirado en el piso.
Pero además, traen fotografías de la ropa que vestía la persona, con claras huellas de calzado tipo militar marcadas, lo que significa que se paparon encima de él, mientras que exhiben también evidencias de tiras de las calcetas que portaba al momento de la detención Luis Cantú, tratando de aparentar que las rompió para hacer más grande y resistente el cordón que usó, aparentemente para quitarse la vida por su propia mano.
Sin embargo, las trizas de las calcetas presentan cortes totalmente regulares, como de haber sido cortadas por una navaja o con tijeras, ya que de haberlo intentado con las manos, el tejido de la tela se habría “deshilachado”.
Ante la sospechosa de torturas y muerte a golpes, la familia estará solicitando en las próximas horas la intervención de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, así como de legisladores federales y locales, buscando llegar a la verdad de esta muerte, que dejó en la orfandad a dos menores de edad y una joven mujer viuda.
Para tal efecto estarán solicitando al Ministerio Publico copia certificada de todas las actuaciones, donde comprenda: copia del libro de remisiones para determinar la hora del ingreso a la celda, copia del certificado médico obtenido antes de ingresarlo a la celda, los nombres del mando y los elementos que lo detuvieron.
También las fotografías que fueron tomadas cuando estaba colgado en la celda; en este aspecto señalan que no entienden como pudo alcanzar el techo para hacer el amarre y desde ahí atarse del cuello.
En su derecho, los familiares de la persona muerta, solicitarán una reconstrucción de hechos, para comprobar si la cinta de la “bermuda” resiste el peso de los 100 kilos de la persona que fue clasificada como “suicidio” y la consiguiente necropsia, lo que podría desembocar en un nuevo giro de este caso y fincar responsabilidad a los elementos policiacos involucrados, así como al Médico Legista, que realizó la autopsia y que tuvo que venir desde Matamoros, a realizar ese trabajo, que le llevó todo el día, porque el cuerpo de la persona muerta fue entregada a sus familiares hasta cerca de las cinco de la tarde del día de los hechos.