A TAMBOR BATIENTE
Por Aristeo Manilla García
Dentro de la nueva normalidad provocada por la pandemia, en fecha reciente el Instituto Nacional Electoral –INE- emitió más reglas que van a impactar en el proceso concurrente 2020- 2021, entre otras relacionadas con el uso de las redes sociales para efectos de proselitismo.
Con esta medida que será objeto –ahora si- de una estricta fiscalización, el organismo electoral pretende incorporar en los topes de campaña todos los gastos que se hagan en materia de publicidad a través de las redes sociales, principalmente Facebook y Whatsapp, medios muy socorridos por los políticos para mostrarse al mundo.
Con esta revisión a fondo que tendrá efecto gracias a convenios de colaboración que ya fueron firmados por los entes, el INE siempre sabrá lo que pre candidatos y candidatos estén gastando para promocionar su imagen y en consecuencia, para aplicar el respectivo tabulador sobre los gastos autorizados.
Duro golpe para los políticos virtuales que han logrado crear una imagen a base de sonrisas y “filtros” para presentar a la ciudadanía un rostro, que en la mayoría de las ocasiones, ya en vivo no coincide con las imágenes difundidas a través de internet.
Recordemos que la publicidad en medios impresos, en radio y televisión, ha estado siempre bajo el escrutinio del organismo electoral, que ahora va sobre las redes sociales, que antes de esta elección habían permanecido libres, exentas de cualquier fiscalización.
Y no estamos hablando solamente de lo que se maneja en redes sociales oficialmente como publicidad de paga, sino de cualquier contenido que a juicio del INE tenga una dirección o efecto proselitista.
El órgano fiscalizador va a meter el tabulador en todas publicaciones de pre candidatos y candidatos que aparezcan en las redes sociales, para sumar el costo en los topes de pre campaña y de campaña, de ahí que aumentan los riesgos de los políticos metidos en temas de conquista de votos, que no le midan bien el agua a los camotes.
También se va a presentar que se registren expresiones de apoyo por parte de la sociedad a través de las redes sociales y esperemos a ver en ese tipo de casos, que considera la autoridad electoral.
Si lo toma como una autentica expresión social, como un acto deliberado de inducción al voto o como un acto de proselitismo maquillado y que terminaría siendo catalogado como gasto del presupuesto aprobado.
Con tanta información que surge diariamente, este tipo de datos se van quedando apilados, bajo un montón de noticias que se desplazan de manera incesante y vertiginosa, de tal suerte que solo están viéndolas, quienes están enfrascados en asuntos que tienen que ver con las elecciones del año entrante.
Siempre se ha dicho que cada elección es diferente, concepto que cobra en esta ocasión un aspecto más relevante por las restricciones que pueda provocar la pandemia el próximo año, que electoralmente será bastante atípico, mientras que de aquí al inicio del inicio formal del proceso -13 de septiembre- habrá más novedades que estaremos comentando sobre la reglamentación y aspectos relacionados con el proceso que llevará a la elección en Tamaulipas de 43 Ayuntamientos, 22 diputaciones locales de mayoría y nueve diputaciones federales.