Ciriaco Navarrete Rodríguez
Los mexicanos somos testigos del surgimiento de una apagada conflagración política surgida recientemente con el pretexto de exigir la dimisión de presidente Andrés Manuel López Obrador, y si digo que surgió apagada, se debe a que las y los actores que se asumen como sus adversarios, no tienen la menor idea de su gravísimo error Constitucional, pues además de que, entre esa gente hay doctorados, y posdoctorados en derecho, al parecer, lo son, pero con títulos comprados en el mercado capitalino de Santo Domingo.
Esa no es una simple broma, porque según mis investigaciones hechas por medio de mi colaborador Victena, -con ese pseudónimo hizo las investigaciones-, ese mercado negro aludido, existe desde tiempo inmemorial y se encuentra frente a la iglesia de Santo Domingo, y por eso se llama así ese mercado académico.
En el caso de que la -Cuarta Trasformación- hiciera las investigaciones correspondientes, estoy seguro de que ese mercado académico, no solamente es de cobertura nacional, porque desde hace muchos años cuenta con el mercado norteamericano, pues muchos texanos me han preguntado por universidades tamaulipecas que vendan títulos, porque por la inseguridad, ya no quieren ir a la ciudad de México, al mercado antes referido.
Las referencias anteriores es fácil de verificarlas por medio de una simple entrevista con las y los supuestos profesionales, bastará con hacer una lista de palabras propias de la profesión, de la que presumen los supuestos profesionistas, pídales que expliquen conceptos clave, vera que se ponen nerviosos, y han quienes sueltan la lengua diciendo puras mentiras, pero hablan muy rápido con el interés de impresionarnos con sus falsedades.
Yo entreviste varias veces a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa, pero siempre estaba con él su difunto amigo, cuyo nombre se me escapa, y aquel era quien daba las explicaciones jurídicas, a pesar de que los dos eran diputados federales, y el Coordinador de la Bancada Panista era Calderón Hinojosa.
Así como ese espécimen, hay muchos grillos que han sido distinguidos como buenos abogados, pero sabe qué, -son pésimos juristas- y lo podemos apreciar en las bancadas actuales, y particularmente los del Partido Revolucionario Institucional PRI, –esta última palabra- le quita lo revolucionario- pero sus líderes y la membresía no se dan por enterados. Eso no sucede en el partido de la revolución democrática –PRD-, y no sucede porque hace alusión a un quehacer partidista.
En el caso del partido Movimiento de Regeneración Nacional –MORENA-, el nombre es lingüísticamente correcto porque también refiere los quehaceres propios de su ambiciosa prospectiva política, tanto nacional como estatal y también municipal.
Por otra parte, quiero precisar que en México, la única fuerza constitucionalmente válida es la de Presidente de la República, porque con base en el Artículo 27 Constitucional, se le concede legitimidad absoluta como único propietario del país, por eso es el Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, y en ese numeral se nos dice claramente que los mexicanos no somos dueños ni del aire que respiramos.
Así está redactada la Constitución bolchevique de 1917, y su base ideológica es eminentemente marxista leninista, lo cual, se debe a que la mayoría de los 2018, se contagiaron del marxismo-leninismo, y se negaron a aprobar la propuesta democrática del Presidente Constitucionalista Don Venustiano Carranza, férreo defensor del ideal revolucionario maderista, quien hizo su propuesta constitucional como reforma de la Carta Magna democrática juarista de 1857.
La Constitución marxista-leninista –bolchevique- está vigente por obra y gracia del general Lázaro Cárdenas, quien la puso en vigor a partir del día uno de diciembre del año de 1934, porque con anterioridad se negaron a ponerla en vigor, tanto Carranza, como Obregón, Calles, Ortiz Rubio y Abelardo L. Rodríguez, porque todos ellos fueron maderistas, y defensores del ideal revolucionario, lo cual, les costó la vida a Carranza y al general Obregón, y según la Revista Contenido, el asesino intelectual fue el General Lázaro Cárdenas.
La ignorancia de las facultades constitucionales del presidente López Obrador es el motivo principal de que el surgimiento de brotes de inconformidad social, en México nacen como conflagraciones apagadas, y si cuando hubiera académicos entendidos de la Legislación Constitucional Vigente, se darían cuenta de que nadie podría hacer nada en contra de Presidente de la República, porque además esa normatividad constitucional, está totalmente respaldado por la Fuerza Pública, la SEDENA, y la MARINA ARMADA de México.
Por mi parte, vuelvo a decir que nuestros presidentes, a partir de Don Lázaro Cárdenas, no deben presumir de qué ejercen un gobierno democrático, porque ese régimen de gobierno fue borrado por el Congreso de Querétaro al redactar la Constitución de 1917.
Por ese motivo el Congreso de Querétaro, no le quería dar la categoría Presidente Constitucional a Don Venustiano Carranza y por eso solamente promulgó esa constitución el día 5 de febrero del año de 1917, pero tras duras negociaciones le concedieron la categoría de Presidente Constitucional hasta el día uno de mayo siguiente, y fue ese día cuando, en contra de su voluntad hizo el respectivo juramento constitucional.
Y digo que juró la Constitución en contra de su voluntad, porque el presidente Carranza era demócrata maderista, y el Congreso de referencia era mayoritariamente marxista leninista o bolchevique, prueba de eso, es que redactaron la Constitución de 1917, tal como se encuentra en pleno vigor.
Echaron a la basura histórica, el modelo agrario juarista como lo es el de la pequeña propiedad de la tierra, tipo granja, idéntico al norteamericano, y en su lugar, el Congreso de Querétaro impuso el modelo agrario que está vigente, como lo es, el de la propiedad ejidal y comunal, mismo que, a los mexicanos nos canceló la legitimidad en el derecho de tierra, y se la concentro al Presidente de la República.