A TAMBOR BATIENTE
Por Aristeo Manilla García
El país pasa por muy mal momento; el gobierno carece de recursos para atender las necesidades básicas de la población y los mexicanos, atascados en una crisis sanitaria de salud, que impide trabajar en las condiciones de normalidad, a que estábamos acostumbrados.
Sería injusto culpar al gobierno por la pandemia del Coronavirus, aunque hay buena parte de responsabilidad del estado mexicano para atender con eficiencia, los aspectos más básicos del bienestar colectivo y uno de ellos, es la salud.
Por eso los gobernantes tienen que pensar muy bien sobre las decisiones que toman; en el caso de Tamaulipas negarse a aceptar el INSABI provocó que el estado dejara de percibir mil 500 millones de pesos que venían con ese nuevo programa de la administración federal.
La excusa –en bloque de los gobiernos panistas- fue no aceptar el INSABI, porque eso representaría entregar la planta hospitalaria al gobierno federal… ¿y?, antes así era, todos los hospitales eran federales y funcionaban de maravilla, los malos resultados vinieron a presentarse cuando el gobierno del estado –desde hace tiempo- tuvo en sus manos el manejo directo de los presupuestos de salud y las contrataciones de personal.
Ahora pesa haber tomado esa decisión y al menos por este año, no habrá marcha atrás por una cuestión elementalmente presupuestaria, lo que no será obstáculo para que antes de la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación –PEF- del año 2021, el Gobernador decida rectificar y solicitar la anexión de Tamaulipas al INSABI.
Porque en estos momentos todavía hay recursos cuando menos para una atención somera de los pacientes, pero ya el próximo año amenaza con ser peor y los tamaulipecos no merecen vivir con pésimos servicios de salud, donde por fortuna hay un personal solidario con el pueblo; el problema está “arriba”, en quienes deciden el destino colectivo y que no se ponen de acuerdo, porque los titulares de ambas partes, tienen “palabra de rey”.
Este es un tema que no se ha vuelto a tocar, pero en unas semanas más entrará a revisión el proyecto del PEF 2021 y no se escucha decir que el Gobierno de Tamaulipas esté viendo la forma de replantear su postura; malo, muy malo para los hombres y mujeres del estado, que si en el 2020 han visto marcada insuficiencia en materia de salud, de no presentarse una modificación positiva en las decisiones cupulares, el año próximo van a ver un sistema verdaderamente colapsado… Y finalmente ¿quién paga los platos rotos?.