En San Fernando Tamaulipas, uno de los municipios más afectados a nivel nacional por la violencia de las últimas décadas se han recrudecido las extorsiones telefónicas, por parte de individuos que han convertido este hecho delictuoso en una forma de vida.
Lo anterior es del dominio público, luego que las llamadas telefónicas no cesan de manera intimidante, amenazando a las personas receptoras con hacerles daño a miembros de sus familias en caso de no aceptar entregarles diferentes cantidades que solicitan.
Es una situación que vulnera la estabilidad emocional de quienes reciben esta clase de llamadas, luego de los acontecimientos donde fue secuestrado un menor de 14 años hace más de mes y medio, sin que a la fecha, los familiares hayan logrado localizarlo, en una situacion que nadie quiere vivir.
Por otra parte las personas víctimas de extorsiones ya ni siquiera denuncian estos hechos porque las autoridades a quienes compete la investigación de este tipo de ilícitos se han mostrado rotundamente incompetentes para dar con los extorsionadores, lo que ha creado una cultura de impunidad entre quienes viven de realizar este tipo de prácticas al margen de la ley, a sabiendas que nadie los busca.