Luego de la información difundida a nivel nacional sobre el estado financiero que presenta Petróleos Mexicanas –PEMEX- y las medidas que se tomarán para poder salir adelante con los compromisos de la empresa, donde destaca una deuda por 175 millones de dólares, equivalentes a más de 3 mil 500 millones de pesos con la empresa Iberoamericana de Hidrocarburos S.A. de C.V. –IHSA- que tiene a su cargo la explotación de gas natural en La Cuenca de Burgos, los efectos ya se están dejando sentir en la región de San Fernando.
IHSA ya está desmantelando la red de empresas prestadoras de servicios que forman la estructura operativa en el campo “Los Nejos”, donde se produce la mayor parte del gas natural que se extrae en los estados de Coahuila y Nuevo León, que junto con Tamaulipas, forman la llamada Cuenca de Burgos.
Esa deuda mantiene en estado de parálisis a IHSA, que ha venido recibiendo con “gotero”, es decir pequeñas ministraciones de la deuda, que PEMEX pretende pagar en dos años, aunque la empresa española ya está tomando medidas, comenzando por cancelar contratos con compañías que prestaban sus servicios en la explotación de los pozos de gas que conforman el campo “Los Nejos”, localizado a 20 kilómetros de distancia de la cabecera municipal de San Fernando.
Ante esta situación se viene dando el despido de obreros que van a quedar sin empleos debido a las condiciones que padece PEMEX, cuyos ingresos han caído de manera exponencial en los últimos meses como resultado de las variaciones del mercado internacional, generando fuertes pérdidas a la mayor empresa del gobierno mexicano.
Aquí en la región, se espera que de manera sistemática sigan reduciéndose los trabajos de explotación de gas natural, que en este año han descendido a la mitad de la producción del ejercicio anterior, por lo que se espera que en los próximos meses, la empresa española llegue al nivel de “paro técnico”, debido a los compromisos económicos que mantiene y que no puede pagar, ya que para efectos prácticos, PEMEX se encuentra en etapa de quebranto financiero, sin recursos para pagar sus deudas y pretende diferir a dos años, los 3 mil 500 millones de pesos mexicanos que le debe a IHSA.