Cuando ya faltan apenas unos días para la celebración del segundo informe de gobierno del alcalde JOSÉ RÍOS SILVA, se está elaborando una denuncia para ser presentada ante la Auditoria Superior de la Federación -ASF- por el destino que han tenido cientos de millones de pesos procedentes de los fondos federales en los últimos cuatro años.
Basta con ver las redes sociales para percatarnos del ánimo de la población por el pésimo desempeño del primer alcalde en reelegirse, de tal suerte que para cuando termine el actual periodo habrá cumplido el 30 de septiembre del año 2021… ¡cinco años en el poder!.
En esos cinco años, habría manejado un presupuesto total superior a los 800 millones de pesos, dinero que nunca jamás pasó por las manos de alguno de los ex presidentes municipales y cuya aplicación, no se mira en las calles, en el abasto de agua, en los camiones de basura, el alumbrado, ni en los apoyos sociales tradicionales que se brindaban a la población más necesitada, sobre todo para gastos en materia de salud.
La denuncia entrará en firme, porque el Ayuntamiento de San Fernando ha gastado el dinero de los fondos federales, de la misma manera como su titular usó los recursos de la SPR “Productores de San Fernando” y de la Asociación Ganadera Local, administraciones acremente cuestionadas por los mismos socios.
Ahora viene el segundo informe que deberá rendirse antes del 13 de septiembre en acatamiento a lo establecido por el Código Municipal, que esta vez será más confuso, nebuloso e incompleto que los tres que ha rendido anteriormente, en que nunca dio a conocer el monto total de los recursos aplicados en cada año del ejercicio constitucional.
Esta vez por el tema de la pandemia habrá un informe a hurtadillas, sigiloso, bajo la capa protectora de síndicos y regidores, donde están incrustados ediles “de oposición”, que algunos de estos resultaron ser más “pepistas” que los propios panistas; lástima, porque pudieron aprovechar todos los malos manejos para hacerle sentir a la población que existían voces capaces de disentir y de oponerse al perjuicio del municipio.
El único miembro del cabildo que se atrevió a levantar la voz para cuestionar la desviación de 10 millones de pesos de fondos federales en materia de seguridad, fue la priísta MARTA ALICIA JIMÉNEZ SALINAS, los demás antagónicos al PAN, han pasado dormidos las sesiones de cabildo, programados mentalmente para levantar el dedo en automático.
Pero… los miembros del cabildo, de todos los partidos, parecen ignorar u olvidar, que de acuerdo con la ley, son responsables solidarios en el manejo de los fondos federales, de tal suerte que una investigación de la ASF, que arroje que no hubo concursos de obras y que los recursos fueron ejercidos en pagos a equipos de maquinaria pesada y bancos de caliche de funcionarios municipales entre otros, podría meterlos a todos en un lio, del tipo obviamente a escala, como el que anda metido la señora ROSARIO ROBLES, por el asunto de “La Estafa Maestra”.
En esas condiciones entra en fase terminal el segundo año de gobierno municipal, por cierto con una abultada deuda con proveedores que será transferida al ejercicio fiscal 2021 para su pago y en estas condiciones, cuando una administración llega “quebrada” financieramente al penúltimo año del ejercicio, ya no hay un mañana.
Por lo pronto y aunque faltan todavía cuatro meses para que cierre el 2020, se acabó el presupuesto en la Presidencia Municipal y estamos hablando de 182 millones de pesos, que habrá que estar atentos al mensaje del Presidente Municipal para saber, donde, como y cuando se gastó ese dineral.