Las precipitaciones que dejó a su paso el huracán “Hanna” por el norte del estado, son consideradas por los productores del campo como “una bendición”, porque vinieron a presentarse en la temporada de canícula, que es cuando se siente más el efecto de las altas temperaturas y la escases de agua para las actividades productivas del campo.
El productor agrícola Remigio García Padilla celebró la presencia de lluvias que se presentaron de manera considerable en las distintas regiones del municipio, ya que vinieron a mejorar las condiciones para quienes realizaron siembras del ciclo tardío, mientras que para los ganaderos significa bebida para los hatos y comida, por el reverdecimiento de la vegetación.
Mencionó que estas lluvias son motivo de agradecimiento para la voluntad divina, porque las lluvias representan esperanza para los productores del campo, ante una fuerte diversidad de problemáticas que inhiben el bienestar de las familias que se dedican a las actividades económicas que dependen de la humedad del suelo.
García Padilla dijo que “quienes estamos metidos de lleno en los trabajos del campo, siempre estamos a la espera de lluvias, porque de ello dependen los resultados del esfuerzo que realizamos con la mayor voluntad y determinación, para que el fruto de lo que se hacemos, se convierta en bienestar para nuestras familias.
Destacó que tan solo en “Las Escobas”, ejido al que pertenece, hasta el día de hoy por la mañana los pluviómetros marcaban 3.8 pulgadas de humedad acopiadas en las últimas horas, lo que representa un dato muy importante para todos los productores del campo, mientras que en otras áreas del municipio, aunque en diferentes escalas, las precipitaciones han sido bastante benéficas.