A TAMBOR BATIENTE
La lucha anunciada por el gobierno federal y el de Tamaulipas contra la corrupción ¿ira realmente en contra de las cabezas de la impunidad o solo sobre chivos expiatorios?.
Porque hasta este día, el Presidente ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR no ha mencionado para nada el nombre de su antecesor ENRIQUE PEÑA NIETO, que evidentemente se puso “a modo”, para el arribo de la 4T a la Presidencia de México.
Y el Gobernador FRANCISCO GARCIA CABEZA DE VACA que ya trae una lista de 500 presuntos corruptos, ni en sueños ha sacado a relucir el nombre de EGIDIO TORRE CANTÚ, confirmando con tal reticencia, que este le puso la alfombra al PAN, para abrir paso a la alternancia en Tamaulipas.
Qué bien que le den circo al pueblo para distraerlo de los verdaderos problemas y la falta de soluciones; dentro de nuestra cultura muy parecida a los romanos de la antigüedad, el pueblo mexicano adora el circo… y ver la sangre correr.
De tal modo que en estos tiempos, en que el país se encuentra sacudido por una serie de fenómenos socio económicos, que al menos la gente tenga en que entretenerse en el fastidio del aislamiento. Al pueblo pan y circo, reza añeja frase de la política mundial.
Para los tamaulipecos no pasan por alto los detalles; la reacción del Gobernador FRANCISCO GARCÍA CABEZA DE VACA vino después del amago federal por investigar el destino de más de mil millones de pesos, ejercidos y no comprobados a satisfacción de la Auditoria Superior del Gobierno de la Republica.
En una acción reactiva, la administración tamaulipeca desempolvó la investigación que parecía no tener prisa y que en algún momento hizo que los presuntos saqueadores del erario de la anterior administración, fueran vistos como cabras, a las que se puede “ordeñar”.
Ejemplo: un ex servidor público que se gastó sin comprobar debidamente 100 millones de pesos, en un arreglo extraoficial ¿cuánto tendría que aportar extraoficialmente para zafarse del lazo de la justicia?.
Pero ¿llegarán las cosas hasta ese extremo?… ¿con perseguir y meter a la cárcel o traer prófugos a los presuntos corruptos del gobierno anterior de Tamaulipas y más atrás aun, se podrán evitar las auditorias federales y procedimientos penales que de estas deriven, contra actuales servidores públicos y ex funcionarios del actual régimen estatal?.
Esto de las 500 investigaciones de casos de corrupción en Tamaulipas más bien parece una “cortina de humo”, para desviar la atención de las indagatorias federales, que por el bien del estado, más vale que el gobierno panista, tenga bien documentados los recursos ejercidos en lo que va del actual sexenio.