A TAMBOR BATIENTE
“Para saber quién es quién, hay que escuchar los recorridos”, reza conocido dicho de la sabiduría popular, que a través de los años, ha sido tomada como un referente del conocimiento del pueblo, en torno a los temas de mayor importancia social.
Hoy, en plenos tiempos de efervescencia política, en San Fernando existe un amplio interés por las elecciones municipales que tendrán lugar el próximo año, mismas que vendrán acompañadas con votaciones para diputados locales y federales.
En este caso, más allá del interés de los militantes del PAN –apenas poco más de 200 miembros activos- prevalece el interés de la ciudadanía, porque en el próximo trienio, el municipio sea gobernado por un sanfernandense, o hijo adoptivo, que quiera realmente servir al pueblo y no servirse del cuantioso presupuesto, para salir de la pobreza o aumentar su patrimonio familiar.
En ese partido, donde se dice a voces que la candidatura municipal se encuentra reservada para una mujer, todo indica que ya solo quedan dos féminas en la recta final: la primera regidora y diputada local suplente MARINA RAMÍREZ ANDRADE, con todo el apoyo del alcalde JOSÉ RÍOS SILVA, de cuyo equipo procede y la Ing. MAYBELLA RAMÍREZ SALDÍVAR, directora regional de la Secretaria de Bienestar Social, sin más “padrinos” que el trabajo que ha realizado en los últimos años como servidora pública.
El PAN está seriamente fracturado en San Fernando después de tres exitosas elecciones, su debilidad radica en la decepción que expresan miles de hombres y mujeres que se dicen burlados en su buena fe, después de promesas de campaña incumplidas y del estado de abandono en que se encuentran la cabecera municipal, poblados pesqueros y zonas rurales.
De tal suerte que ese partido requiere elegir a su mejor carta para la alcaldía, considerando que de la elección municipal se puede derivar la derrota o el triunfo de las tres elecciones que estarán en juego el domingo 6 de julio de 2021 y donde al PAN le acomodaría bien, hacer caso de la voluntad del pueblo, porque meter un candidato o candidata con calzador… ¡¡¡cuidado!!!.
Pero elementalmente y esto lo saben bien en Victoria, algo que la población detesta, es considerar que el grupo político en el poder municipal pueda seguir gobernando por tres años más, luego de los resultados presentados hasta la fecha, que no coinciden con lo que se puede realizar con un presupuesto de 180 millones de pesos al año, de ser aplicados de manera correcta y eficiente.