Para mañana se encuentra considerado nuevo bloqueo de carreteras en el norte de Tamaulipas por parte de cientos de productores agrícolas, que de esta manera pretenden llamar la atención del gobierno federal en sus demandas para que se restablezcan presupuestos y programas, así como para que se recupere el precio de la tonelada de sorgo, que se desplomó en las últimas semanas.
Y en medio de una fuerte polémica donde destacan las voces de personas que no tienen nada que ver con el tema del campo, mismas que se quedan atascadas en los bloqueos carreteros que han tenido lugar en las últimas semanas en San Fernando, Rio Bravo y Reynosa, flota una interrogante… ¿el gobierno federal tomará en cuenta sus demandas?.
Desde el inicio del actual régimen federal, se comenzaron a desactivar programas y beneficios que productores sociales y privados habían venido recibiendo en las últimas épocas, bajo el argumento de la corrupción, quitándole importante porcentaje al presupuesto del campo.
Mientras que en contraparte, se ha fortalecido el respaldo con dinero público, a los adultos mayores, personas con discapacitados y jóvenes que no estudiaban ni trabajaban.
Tomando en cuenta la postura inflexible del gobierno federal, se considera difícil que los alegatos de los productores, bloqueos y manifestaciones en redes sociales, logren conmover a los responsables de la política económica del país.
En tanto que miles de personas se miran afectadas en cada bloqueo de carreteras sin tener ninguna culpa de esta problemática, donde el transporte de carga también ajeno a la disputa, resulta como principal afectado de estas manifestaciones, donde se quebrantan las leyes y hacen aparecer a México, como un país rebasado por las acciones civiles, que demuestran mayor vigor que el llamado “estado de derecho”.
Para mañana jueves se encuentra contemplado nuevo evento a donde han sido convocados importantes funcionarios federales, estatales y legisladores, por parte de organizaciones del campo, a donde nadie garantiza la presencia de los invitados, por la apatía oficial que se ha manifestado en torno a las protestas anteriores de los agricultores del campo tamaulipeco.