A TAMBOR BATIENTE
Dentro de los protocolos implementados por la pandemia, las personas mayores de 60 años deben estar en su casa resguardadas por completo, luego que a partir de esa edad, aumentan las complicaciones de salud, por el deterioro que de manera normal sufren los organismos.
Pero no todas las personas están dispuestas a resignarse a formar parte ese segmento vulnerable, sobre todo cuando tienen responsabilidades mayores sobre sus hombros; este es el caso de la alcaldesa de la Villa de Méndez RAMONA MORÚA PULIDO, conocida afectuosamente como “Doña Ramona” o “Doña Mona”, señora que con trabajo y dedicación se ha ganado el respeto de los habitantes de ese municipio, localizado en las colindancias con Nuevo león.
Durante la cuarentena nunca se ha detenid, para llevar beneficios a familias que radican en la cabecera municipal y áreas rurales, pese a que su edad de 64 años -según reza en su curriculum- y que tiene además familia que obviamente la necesita, en todo este tiempo ha dejado claro que aunque cubriendo todas las recomendaciones, no va a dejar al pueblo solo, en estos momentos cuando más se necesita el apoyo de las instituciones.
Como es natural en la política, al inicio de su gestión, había un porcentaje de la población que veía con cierta incredulidad su compromiso con el pueblo, pero que ahora, al paso del tiempo y después de comprobar que “Doña Mona” es una señora de palabra y respeto, de ver como se expone cuando justificadamente podría estar aislada en su domicilio, han cambiado de opinión, para reconocer que ni la edad ni el cuidado de su propia salud, son capaces de limitar su concepto del deber.
Quienes la conocen aseguran que pese a su origen rural, es una señora de trato fino, de buen humor y cordialidad para atender siempre con la mejor actitud a las personas que se acercan a su despacho en la Presidencia Municipal, aunque en la mayoría de las ocasiones, la propia alcaldesa sale a las áreas urbanas y comunidades del campo, a ver de cerca las necesidades sociales más sentidas, que ameritan de soluciones urgentes.
Doña Ramona pasará a la historia como una alcaldesa que en los momentos más difíciles ha sabido estar cerca del pueblo de donde ella proviene, como una mujer que no mostró miedo en temporadas difíciles, que al mismo tiempo supo alternar su función como esposa, madre de familia y abuela, con los intereses más sagrados del pueblo.
Y con esa humildad que la distingue, servirá de ejemplo para quienes en el devenir de los tiempos lleguen a dirigir los destinos de la Villa de Méndez, cuyos habitantes ya conocen el buen trato y la atención personalizada, que dejará como herencia el gobierno de “Doña Mona”, una mujer que está poniendo el ejemplo de cómo gobernar con decisión auténtica de servir al pueblo que la eligió para dirigirlo.