Ciriaco Navarrete Rodríguez
Igual que en toda la república mexicana, las familias tamaulipecas seguimos en espera del final de la pandemia denominada COVID-19; tal circunstancia nos debe conducir a reflexionar en relación con el peligro prevaleciente de los contagios de los cuales depende la incertidumbre de que cualquiera de nosotros pudiera ser afectado por los peligrosos efectos de la referida pandemia.
Lo anterior explica el hecho real de que aún no estamos a salvo, y dicho sea con dolorosa claridad, debemos aceptar que todas las personas seguimos en peligro de muerte que pudiera suceder en el caso de contraer la enfermedad causada por el coronavirus.
Desafortunadamente hay familias tamaulipecas, muy pocas por cierto, que ya han perdido a alguno de sus seres queridos, lo cual nos motiva para expresarles nuestro más sentido pésame, y también debemos aceptar que esa realidad nos obliga a seguir adoptando los consejos de las instituciones médicas porque sólo de esa manera se ha demostrado que la pandemia en comento la hemos podido frenar, pero eso no significa que ya la hayamos erradicado, porque según los especialistas todas las pandemias no son erradicadas por completo, y particularmente las causadas por virus como la que estamos padeciendo jamás desaparecen por completo.
Por fortuna, las ciencias médicas siguen avanzando a lo largo de la historia de la humanidad, y actualmente se desarrollan vacunas para frenar los impactos futuros de esos virus, sin embargo debemos admitir que el desarrollo de cualquier vacuna, según los científicos, tarda entre 2 y 3 años el proceso protocolario para que sea desarrollada en los laboratorios de algunos países del mundo.
La demora para producir las vacunas causa una natural desesperación para todos los habitantes del planeta, y eso se debe a que hay mucha ignorancia humana y no es fácil de entender los esfuerzos científicos de los investigadores que producen las vacunas, pero por otra parte, quienes tenemos la fortuna de comprender esa epistemología científica, estamos obligados a contribuir a difundir la verdad para que nuestros semejantes desarrollen la paciencia necesaria, no precisamente para que pierdan el miedo, pero sí para que tengan plena conciencia de la magnitud de los procesos de investigación.
Es justo destacar que los esfuerzos de las autoridades federales y estatales de las secretarías de salud han sido muy acertadas en todo el país, y particularmente tanto
el gobernador de Tamaulipas Francisco Javier García Cabeza de Vaca, quien a través de la Secretaría de Salud correspondiente a su estructura gubernamental y que encabeza la doctora Gloria de Jesús Molina Gamboa, se han realizado todos los esfuerzos de protección de la salud del pueblo Tamaulipeco.
Adicionalmente a lo antes señalado, también es justo destacar el trabajo realizado por el doctor Alejandro García Barrientos, quien como secretario de prevención y difusión de la salud, ha demostrado un dinamismo excepcional en las tareas propias de su competencia porque se han multiplicado debido a los efectos de la pandemia que estamos padeciendo, y si bien es cierto que hay desgracias que lamentar por las personas que han perdido la vida, hay que reconocer que es grande y muy valiosa la protección que nos ha brindado el gobierno de Tamaulipas.
Como ya sabemos, el domingo 31 de Mayo el gobierno de la república dará por terminada la 3ra etapa de los efectos de la pandemia referida, y lo hará para dar paso a la “Nueva normalidad” que da principio al día siguiente, pero estará sujeta a cuatro indicadores que estarán indicados con los colores de igual número de semáforos, cuyos colores son el rojo, naranja, amarillo y verde; para tal efecto ya hubo una reunión nacional con los gobernadores de todo el país, y su acuerdo principal fue el de acatar de manera estricta los acuerdos necesarios para garantizar la protección de la salud de todo el pueblo mexicano en general, y en los habitantes de las 32 entidades federativas del país.
Lo anterior significa que cada uno de los gobernadores de los estados podrán decidir el inicio de la “Nueva normalidad” que corresponderá a cada una de los municipios o de las regiones propias de sus jurisdicciones estatales, por lo cual en Tamaulipas pudiera demorarse el referido retorno en ciudades como Cd. Victoria, la región sur del estado y en la zona fronteriza.
Esa nueva normalidad, adicionalmente trae como consecuencia una sensible alteración de diferentes actividades productivas en el estado, y por lo mismo no podrán entrar en funciones todas las estructuras gubernamentales e instituciones cuyos operarios, así como los trabajadores del estado, deberán seguir la consigna de quedarse en casa debido a los indicadores reales que han surgido de la pandemia que estamos padeciendo y que también están afectando a algunos habitantes de poblaciones pequeñas, como lo es el caso de Padilla, Tamaulipas.
Finalmente, debo señalar que también los alumnos de las diversas escuelas de Tamaulipas estarán sujetos a los acuerdos de las autoridades superiores para que eventualmente puedan regresar a clases.
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