Por Guadalupe E. González
DE QUE SIRVE que el Presidente de la República Andrés Manuel López Obrador, a diario en “las mañaneras” exprese, reitere y subraye que, “en su Gobierno no se permite la corrupción”, aludiendo que, “eso fue cosa de los gobiernos pasados” y ahora, de eso, no hay nada, pero todo ese juego de palabras repetitivas del mandatario mexicano, son precisamente, “palabras mas no realidades”, porque en su Gobierno “la corrupción predomina en grado superlativo”, al estilo Gobiernos conservadores y neoliberales, como el mismo AMLO, los acusaba, resultando que este nuevo Gobierno de la 4-T, “es más de lo mismo”, porque “cojea de la misma pata” que los Gobiernos de Peña Nieto, Vicente Fox y Felipe Calderón. Los hechos, así lo plasman.
HAY QUE recordar que, en las tres campañas que llevó a cabo el hoy Presidente de la República Lic. Andrés Manuel López Obrador, utilizó como estrategia política, señalar en plan candente “combatir los flagelos de la corrupción y la impunidad”, lo que, finalmente le dio resultados para triunfar y el contexto nacional ciudadano creyera que, “él, sería diferente a sus ancestros” porque honestamente, no permitiría” esta clase de actos ilícitos que afectan a las y los mexicanos.
HACEMOS hincapié en este interesante tema, porque, lo que el Presidente López Obrador, criticó de manera incisiva y hasta el cansancio, de “no tolerar a funcionarios corruptos” en su gobierno, hoy el contexto nacional ciudadano, está viendo con tristeza, que lo que tanto presumió el gobernante mexicano, de no incurrir en los mismos esquemas de deshonestidad, hoy esos prejuicios sociales, el Ejecutivo Federal, los está llevando a cabo en los hechos y ejemplo de ello, “es la venta de ventiladores que, por lo del COVID-19, hizo al Gobierno de la 4-T”, el hijo del Director de la Comisión Federal de Electricidad LEÓN MANUEL BARTLET ALVAREZ, quien fue favorecido con un contrato por 31 millones de pesos por la venta de 20 ventiladores respiratorios.
Y PARA DISFRAZAR “el acto deshonesto” o “de corrupción”, Bartlet Álvarez, utilizó la razón social de la empresa denominada “Cyber Robotic Solutions”, en la que, se aduce, es socio o es de su propiedad, obteniendo el hijo de Manuel Bartlet Díaz director de la CFE, el beneficio de los 31 millones de pesos. Y si eso se está permitiendo en el que sería el “Gobierno de la Esperanza”, lo inadmisible e intolerable es que, “el Gobierno de la 4-T”, presidido por López Obrador, “insista en seguir engañando al pueblo de México” de ser honesto y transparente, cuando en la realidad su gobierno, es idéntico a los corruptos gobiernos del pretérito.
POR TAL MOTIVO, creo que, “no se vale tirar la piedra y esconder la mano”, porque es burdo y altamente grotesco, que el Presidente Andrés Manuel, a diario, en
“las mañaneras”, puntualice que, “la corrupción no existe en su administración”, cuya falacia, está a la vista de todos los mexicanos y de los diversos organismos internacionales, cuya postura inaceptable e inconcebible, conlleva evidentemente, al contumaz engaño del pueblo de México, pueblo al que López Obrador, prometió llevarlos por el mejor sendero y hoy, bajo la norma de los hechos, estamos viendo que, muchos de los retos y objetivos que, AMLO dijo consolidaría, para el bien de las familias del país, “no las está llevando a cabo”.
Y LO PEOR de “este tan sonado caso” de corrupción y engaño a los mexicanos, es que, “el hijo del influyente político” León Manuel Bartlet Álvarez, “el muy tontito” para los negocios, vendió cada ventilador respiratorio al Gobierno de la 4-T, a razón de 1 millón 550 mil pesos, cuyo costo exagerado, está muy por encima de lo que, “cuestan otros ventiladores con las misma características”, como el adquirido en 880 mil pesos por la delegación Hidalgo, traído de Eslovaquia. Apareciendo en medios nacionales que, el citado contrato de la compra-venta, fue concertado en favor del vástago del titular de la CFE, el 17 de abril ante el IMSS, “cuyo negocio redondo” es la prueba irrefutable de corrupción o bien que, nos diga el Presidente ¿Cómo se le puede llamar a esto?.
LO IMPERDONABLE de este negocio, es que entre el costo del ventilador vendido por el hijo de Bartlet al Gobierno Federal y el adquirido por la delegación Hidalgo, hay una diferencia económica de un 85%, cuyo detalle viene a confirmar que “como se trataba del negocio” del hijo del Director de la CFE, “NO HUBO REGATEOS DE NINGUNA ESPECIE” por parte del Gobierno de la mal llamada Cuarta Transformación, cuyo turbio acto, refleja “el índice de corrupción e impunidad” con el cual, repito, se confirma que el Gobierno de ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBARADOR, “está plagado de corrupción” y de funcionarios mercenarios y oportunistas, los que, al igual que los del PRI y PAN, le apuestan “al compadrazgo y el cuatachismo” y aquí está, este claro ejemplo y aun así el Presidente de México, “haciéndose de la vista gorda” dice que en su administración, no hay corrupción ¿Cómo la ven?.
AHORA BIEN, el Ejecutivo Federal, puede argumentar que él, desde el 27 de marzo, había firmado un decreto que lo facultaba, para aprobar, aceptar o concertar negociaciones como la contraída con el hijo de su director de la CFE, para “la compra de ventiladores reparatorios, por lo del COVID-19 y en esto, está en su razón, pero “aprobarle una compra-venta por 31 millones de pesos”, de manera directa al vástago de un integrante de su gabinete presidencial, a eso “se le llama influyentismo”, cuya postura preferencial es la prueba fehaciente de que, “el Gobierno de López Obrador” es igualito a los que él, tanto señaló de corruptos en sus campañas. Y como reza el adagio: “nunca digas de esta agua no beberé”.
Por hoy es todo y hasta el lunes.
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