Ciriaco Navarrete Rodríguez
El Dr. Hugo López Gatell, hace pocos días expresó su reconocimiento institucional por las excelentes acciones de protección que está realizando la Secretaría de Salud del Gobierno de Tamaulipas, y que está a cargo de la Dra. Gloria de Jesús Molina Gamboa, quien por propia naturaleza, junto con su equipo de colaboradores, está dando puntual seguimiento a las indicaciones del gobernador Francisco Javier García Cabeza de Vaca, y por lo mismo, el como todos los gobernadores del país, en sus respectivos estados es reconocido como el principal responsable de la salud de todas las familias tamaulipecas.
Hay que señalar también que Tamaulipas se encuentra ubicado en el séptimo lugar de todo el país gracias a los aciertos logrados contra la pandemia el COVID-19 porque a pesar de que Tamaulipas cuenta con ciudades grandes, la Secretaria de Salud, ha logrado hacerse entender correctamente para que nosotros los habitantes del estado pongamos esmerada atención de todas las recomendaciones sanitarias y preventivas que nos está haciendo tanto la autoridad federal como las autoridades del estado.
Es cierto, como sabemos que el día 21 del presente mes de abril del año 2020 se dio inicio formal de la tercera etapa de la pandemia del COVID-19 y se espera que durante los próximos días venideros pudiéramos ver y padecer la cresta más elevada de los efectos destructores de la referida pandemia, lo cual, nos obliga a permanecer en alerta para que no nos confiemos creyendo que los contagios se han disminuido al máximo porque tal circunstancia es al revés, ya que el peligro de contagiarnos está creciendo en estos días, por lo que, debemos entender claramente que es cuando más debemos cuidarnos de contraer la enfermedad que causa el coronavirus.
Además, los médicos altamente calificados y los científicos que siguen monitoreando el comportamiento del COVID-19 también nos aconsejan que debemos cuidar la degeneración de actitudes ocasionadas por el hecho de que las familias están concentradas en el seno de los hogares, porque ese confinamiento afecta mucho más en los hogares reducidos y esa realidad trae como consecuencia el aburrimiento y la alteración del carácter de los moradores, particularmente cuando son menores de edad.
En efecto, las familias grandes que viven hacinadas en viviendas muy reducidas pueden llegar a padecer violencia intrafamiliar debida a la prolongada concentración de padres e hijos en habitaciones que por propia naturaleza son reducidas e inapropiadas para que los moradores permanezcan por largo tiempo hacinados en esas reducidas viviendas.
Hay otras afectaciones que se derivan del referido hacinamiento familiar y entre las principales se encuentran las interferencias para desarrollar el aprendizaje escolar que ya se venía realizando en algunas escuelas pero que oficialmente lo puso en marcha el titular de la SEP Esteban Moctezuma Barragán.
En relación con las afectaciones económicas que han deteriorado al poder adquisitivo nacional, hay que destacar que el presidente López Obrador les está dando una atención especial para resarcir las pérdidas que sufrieron particularmente los pequeños inversionistas, por lo cual, puso en marcha un programa de recuperación mediante préstamos de 25 mil pesos pagaderos a tres años de plazo, y aunque no es dinero suficiente para 2 millones de beneficiarios de cualquier modo fueron acordados para que a manera de estímulo reciban ese dinero los pequeños empresarios honestos que durante la presente contingencia sanitaria no despidieron a sus trabajadores.
En realidad en materia comercial los grandes inversionistas no todos apoyaron la pandemia en comento y sin embargo el país no sufrió ningún colapso económico y financiero porque hay que tomar en cuenta, que por otra parte, los efectos de una pandemia como la que estamos padeciendo son capaces de colapsar la economía familiar y nacional tal como sucedió en el mundo en los años de 1918 y 1919 cuando la pandemia de la influenza sorprendió a los habitantes del planeta porque en aquellos años, aunque era mucho menor la población de cada país no se contaba con medicinas, vacunas, y personal médico que hubiera podido contener el feroz impacto de aquella pandemia.
Por fortuna, a cien años de distancia ha crecido el número de enfermeras y médicos al mismo tiempo que también lo hace la producción de vacunas y medicinas para evitar el impacto de la propia influenza y de muchas otras enfermedades como el sarampión, la viruela, la poliomielitis, y muchas otras contra las cuales ya se cuenta con vacunas .
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