
Personas caritativas que integran la sociedad civil en San Fernando se están dando a la tarea de reunir víveres para armar despensas, que se vienen entregando entre las familias más necesitadas de la localidad.
Por medio de las redes sociales, se ha lanzado una convocatoria que ha sido tomada por personas que entienden las necesidades ajenas y que han aportado de su propio dinero para comprar los víveres, que sirven para armar paquetes alimenticios que reparten en los sectores más marginados de la población, donde se mira que hay condiciones más precarias.
También vienen donando despensas a vendedores ambulantes, que por las condiciones de ausencia de clientes en las calles de la ciudad, sus ingresos no alcanzan ni para resolver las necesidades más básicas de sus hogares.
Este medio tuvo acceso a la información sobre esta noble actitud de mujeres –principalmente- que se encuentran entregadas a la tarea de invitar a sus familias, amigos y personas más cercanas, a su sumarse a esta gran causa.
Accedieron a dar la nota, pero con la condición que sin fotografías ni nombres, porque señalaron “lo que se hace de corazón, no necesita que se haga público”.
Lo más destacado de esto, es que las personas que andan ayudando a los más necesitados son de clase media- baja, es decir que no cuentan con recursos abundantes para adquirir más que sus propias despensas, pero que aun así, de su dinero y en las cajuelas de sus modestos vehículos se acercan a las zonas de la periferia, donde se aprecia más la pobreza en que viven las familias.
Con estas acciones, San Fernando manda un mensaje al mundo: entre todos esto puede ser más fácil, solamente hay que entender a los demás, comprender que hay hogares donde están padeciendo porque los jefes de familia se quedaron sin trabajo –miles de casos- y que necesitan el apoyo solidario de los demás en estos momentos difíciles.
Posiblemente también en las próximas semanas, luego que los cálculos más optimistas consideran que será en el mes de julio cuando el país comience a recobrar el ritmo de vida habitual, aunque todo dependerá del nivel de infestación del Covid 19.