Un porcentaje cercano al 30 por ciento de la población de menores ingresos asentadas principalmente en colonias de la periferia de San Fernando consume agua de la llave, ante la falta de recursos para adquirir garrafones o surtirse en los molinos, donde ya sale purificada y su costo es más accesible.
La ingesta de líquido cargado con metales pesados y cloriformes fecales, son causante en gran parte de los padecimientos de enfermedades gastrointestinales, que constituye una de las principales causas de morbilidad entre las población de todas las edades en el municipio.
El líquido que sale de las llaves en San Fernando de ninguna manera puede considerarse como potable y en cambio, es causa de enfermedades gastrointestinales y otros padecimientos, debido a que no se encuentra sometida a un proceso científico que garantice su inocuidad.
La calidad del agua potable que llega a los hogares de miles de familias es muy cuestionable, simplemente porque no es sometida a un procedimiento que permita quitarle todas las sales, materiales pesados y demás impurezas, señalaron fuentes conectadas con ese tema.
Además, el municipio no cuenta con una planta potabilizadora, lo que hace imposible que el agua que se distribuye por la red pueda tener las características de potable, lo es riesgoso, porque hay familias enteras que no cuentan con recursos para comprar agua purificada y tienen que estar tomando líquido que sale de las llaves y que no es apta para el consumo humano.
Para muestra de la mala calidad del agua “potable” que se utiliza en San Fernando, las tuberías de cobre en los fregaderos muestran efectos de la corrosión que produce el líquido que corre por su interior, lo que se convierte en una alerta de lo que puede provocar en los organismos de las personas.
Foraneas 1 Tomando agua