Cientos de comerciantes que han dejado de ejercer la actividad que les permite llevar el sustento a sus hogares, se encuentran a la espera de la aplicación de un plan de contingencia de parte de los tres niveles de gobierno, para ayudarlos a salir de la parálisis económica, a donde los ha llevado la crisis sanitaria que vive el mundo.
En San Fernando, el estado que luce la zona centro es desolador; la mayor parte de los comercios cerraron al público a recomendación de las autoridades y ahora cargan con la responsabilidad de sostener a sus empleados, mientras que la vida vuelve a la normalidad.
Ante esta contingencia, el sector comercial demanda que se pongan en marcha mecanismos de apoyo que sirvan para dotarlos de recursos económicos para sobrevivir por el tiempo que dure la pandemia.
En este municipio, el comercio se encuentra desorganizado, sin una representación gremial que promueva ante las dependencias oficiales, apoyos que necesitan recibir para hacer frente a la problemática derivada del Coronavirus, que los ha llevado a cerrar establecimientos y mandar al personal a sus casas para resguardarse y no exponer además, la salud de sus familias.
Sin embargo sus obligaciones fiscales y patronales no se detienen, así como el pago de servicios públicos y en algunos casos rentas de locales, lo que está provocando que exijan la aplicación de un esquema de rescate económico que les permita sobrevivir por el tiempo de la emergencia de salud, para que una vez que esta termine, se encuentren en condiciones de regresar a las actividades comerciales que han desempeñado durante años.